La economía ya pegó ‘la vuelta’ dice Macri; el desafío es que no haya ‘efecto hámster’
Recuperación. La actividad está en el nivel de 2015 y 2013; ahora el tema pasa por quebrar el péndulo argentino.
La economía no sólo le hace meter goles al Presidente. También le da la razón. Mauricio Macri obtuvo esta semana póker de ases: PBI, pobreza, industria y construcción. Cada uno de ellos registró mejoras y todas se conocieron en días seguidos.
“La economía ya dio la vuelta”, dijo después el Presidente a la agencia Bloomberg, para referirse a que la actividad recuperó el terreno perdido desde 2015, básicamente, como consecuencia del salto de la inflación de 40% el año pasado que derritió el poder adquisitivo de los salarios. Lo peor quedó atrás, sostiene el Gobierno.
Pero si se habla de ‘vueltas’, hay que recordar que la economía argentina es experta en giros, péndulos y todo tipo de movimiento que lamentablemente la deja siempre en el mismo lugar. Y sino vasta con ver que los argentinos viven y trabajan en una economía que tiene el mismo tamaño que el de hace dos años. Pero como la actividad se había contraído en 2014 -el año que Axel Kicillof devaluó...-, resulta que la economía está hoy prácticamente en el mismo nivel que 2013 y casi 2011.
Siguiendo con las ‘vueltas’, el Gobierno se ilusiona con que a la Argentina le espere otra rueda, una virtuosa. Una que apueste a invertir para crecer. Pero en la que hay que importar para invertir. Pedir prestado para importar. Exportar para poder pagar la deuda. Y bajar el déficit fiscal para poder exportar. Finalmente, hay que crecer para bajar el déficit fiscal. Y así se vuelve al principio, ¿cómo se crece? Invirtiendo...
Un factor crucial para aceitar el engranaje es que la inflación siga bajando. Cuanto más rápido mejor, según la concepción del Gobierno. De ahí el respaldo del Presidente al Banco Central. Federico Sturzenegger ‘contestó’ ayer, en las jornadas de Fiel, a las críticas a su política monetaria. Y habló de “crecimiento estructural”.
Es que hay economistas que plantean los riesgos de bajar los precios de manera rápida y con la tasa de interés porque, argumentan, podría apreciarse demasiado al peso, adormecer las exportaciones y habiendo acumulado un endeudamiento en dólares que eventualmente provoque un dolor de cabeza cuando las condiciones de crédito se endurezcan -como se escuchó esta semana decir en las jornadas monetarias del BCRA-. Esto haría que ‘la vuelta’ que la economía pegó se transformara en realidad en un giro de 360°, como hace el hámster. Para muchos de estos economistas, uno de los datos salientes de la semana, fue otro que publicó el Indec: el déficit de cuenta corriente de US$ 13.000 millones en 6 meses.