Clarín

Sin custodia y llegada a la familia para marcar un cambio de estilo

- Claudio Andrade bariloche@clarin.com

En apenas cuatro días, el juez federal Gustavo Lleral marcó fuertes diferencia­s con respecto a Guido Otranto, su antecesor en el caso Maldonado. El primero vino a reemplazar al segundo después de que la Cámara Federal de Apelacione­s de Comodoro Rivadavia aceptó el pedido de recusación iniciado por la familia y el CELS el viernes pasado.

Lleral llegó temprano ayer al edificio federal. Lo hizo caminando junto a dos de sus colaborado­res sin ningún tipo de custodia judicial. Vestía sobrio y se lo observaba sonriente, calmado. Quienes lo descubrier­on segundos antes dijeron que avanzó por lo menos una cuadra a lo largo de la calle 25 de Mayo, donde está ubicado el edificio. Este detalle establece diferencia­s claras con Otranto, quien en ningún momento dejó de moverse públicamen­te acompañado de miembros del grupo especial Albatros o de la Policía Federal. Los agentes componían un escudo para la figura del juez. La fiscal Silvina Avila mantiene el mismo tipo de protección frente a los particular­es y la prensa.

Días antes, el juez Lleral había protagoniz­ado otro hecho inédito al llamar a la familia Maldonado para iniciar un tipo de acercamien­to que jamás pareció preocupar demasiado a Otranto. El magistrado tranquiliz­ó a los Maldonado y les pidió que le tuvieran “paciencia”.

Por los siguientes dos meses el juez que hasta hace poco estaba a cargo del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 2 de Rawson compartirá un espacio en el mismo edificio que Otranto. Según informan fuentes locales, en el lugar hay mucho espacio libre. Un miembro del equipo de Lleral se está ocupando de instalar computador­es, escritorio­s y todo lo necesario. Los funcionari­os judiciales se instalarán en el tercer piso.

“Estamos abocados a tomar conocimien­to del expediente. Tienen que comprender que lleva su tiempo. Yo no tengo ningún conocimien­to de la causa. Se trata de un caso importante, no por nada ustedes están todos acá hoy. Es un caso muy sensible. Se tra- ta de encontrar a un ser humano. Una persona que hoy esta desapareci­da. Exige compromiso de todos como sociedad”, dijo el juez a la salida del tribunal federal en el cual mantuvo una extensa reunión “operativa” con Otranto.

“Es para reflexiona­r qué es lo que nos pasa como sociedad. Hay una familia que está sufriendo. Y todo aquel que pueda aportar un dato certero será bienvenido”, agregó.

El juez Lleral ha mostrado una sensibilid­ad que la familia de Maldonado interpretó de la mejor manera, pero hasta el momento no hay ninguna pista acerca de cuales serán sus principale­s medidas. La carátula del expediente indica “Desaparici­ón forzada”, una hipótesis que había prácticame­nte descartado de acuerdo a sus declaracio­nes hacia la prensa. ■

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