Sin custodia y llegada a la familia para marcar un cambio de estilo
En apenas cuatro días, el juez federal Gustavo Lleral marcó fuertes diferencias con respecto a Guido Otranto, su antecesor en el caso Maldonado. El primero vino a reemplazar al segundo después de que la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia aceptó el pedido de recusación iniciado por la familia y el CELS el viernes pasado.
Lleral llegó temprano ayer al edificio federal. Lo hizo caminando junto a dos de sus colaboradores sin ningún tipo de custodia judicial. Vestía sobrio y se lo observaba sonriente, calmado. Quienes lo descubrieron segundos antes dijeron que avanzó por lo menos una cuadra a lo largo de la calle 25 de Mayo, donde está ubicado el edificio. Este detalle establece diferencias claras con Otranto, quien en ningún momento dejó de moverse públicamente acompañado de miembros del grupo especial Albatros o de la Policía Federal. Los agentes componían un escudo para la figura del juez. La fiscal Silvina Avila mantiene el mismo tipo de protección frente a los particulares y la prensa.
Días antes, el juez Lleral había protagonizado otro hecho inédito al llamar a la familia Maldonado para iniciar un tipo de acercamiento que jamás pareció preocupar demasiado a Otranto. El magistrado tranquilizó a los Maldonado y les pidió que le tuvieran “paciencia”.
Por los siguientes dos meses el juez que hasta hace poco estaba a cargo del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 2 de Rawson compartirá un espacio en el mismo edificio que Otranto. Según informan fuentes locales, en el lugar hay mucho espacio libre. Un miembro del equipo de Lleral se está ocupando de instalar computadores, escritorios y todo lo necesario. Los funcionarios judiciales se instalarán en el tercer piso.
“Estamos abocados a tomar conocimiento del expediente. Tienen que comprender que lleva su tiempo. Yo no tengo ningún conocimiento de la causa. Se trata de un caso importante, no por nada ustedes están todos acá hoy. Es un caso muy sensible. Se tra- ta de encontrar a un ser humano. Una persona que hoy esta desaparecida. Exige compromiso de todos como sociedad”, dijo el juez a la salida del tribunal federal en el cual mantuvo una extensa reunión “operativa” con Otranto.
“Es para reflexionar qué es lo que nos pasa como sociedad. Hay una familia que está sufriendo. Y todo aquel que pueda aportar un dato certero será bienvenido”, agregó.
El juez Lleral ha mostrado una sensibilidad que la familia de Maldonado interpretó de la mejor manera, pero hasta el momento no hay ninguna pista acerca de cuales serán sus principales medidas. La carátula del expediente indica “Desaparición forzada”, una hipótesis que había prácticamente descartado de acuerdo a sus declaraciones hacia la prensa. ■