Masiva marcha de estudiantes catalanes en favor de la consulta
Los universitarios coparon las calles de Barcelona y de otras ciudades. Defienden el voto del domingo.
“Las calles siempre serán nuestras”, gritaron durante dos horas por la Gran Vía de las Cortes Catalanas estudiantes universitarios y secundarios que marcharon por Barcelona y otras ciudades catalanas ayer al mediodía para que todo el mundo se entere de que ellos piensan votar el domingo por una Cataluña independiente. Y ese grito se hizo carne: durante horas, el centro de la ciudad estuvo cortado por la movilización en favor del referéndum del “1-O” convocada por la plataforma Universidades por la República. “Hemos llegado a reunir más de 80.000 personas”, dijeron los organizadores. Sin embargo para la Guardia Urbana, la policía municipal barcelonesa, han participado unos 16.000 jóvenes.
Ayer fue el primer día de las 48 horas de huelga que los universitarios han declarado “para hacer campaña por el derecho a decidir”.
Y mientras agentes de la Guardia Urbana custodiaban el galpón municipal donde duermen las urnas del Estado que se utilizan en los comicios y la guardia civil secuestraba 2,5 millones de boletas para votar en Igualada -una ciudad a 50 kilómetros de Barcelona-, miles de chicos envueltos en banderas catalanas y con caretas de Twitty -el canario pintado en un barco que alberga policías en el puerto de Barcelona se convirtió en símbolo irónico del referéndum- vociferaron por la ciudad “queremos, queremos, queremos la independencia, queremos países catalanes” y pasearon por las calles carteles pintados sobre cartón con la consigna: “Que no nos suspendan la democracia”.
“Franco no está muerto. Estaba de parranda”, se leía en un cartón pegado en la estación Universitat de la línea 1 del subte, punto de partida de la movilización que, entre las pancartas, hizo circular por las calles del centro hasta a un Guernica de Picasso, símbolo del horror de la guerra civil española. La marcha, que duró hasta casi las tres de la tarde y a la que se sumaron los bomberos, recorrió unos 3,5 kilómetros y terminó sin disturbios en el barrio de Sants.
A las diez de la mañana, los bomberos se habían ya pronunciado a favor del referéndum con un gesto simbólico: doscientos efectivos del cuerpo de la Generalitat y del ayuntamiento de Barcelona colgaron en la fachada del Museo de Historia de Cataluña una pancarta en apoyo de la consulta popular y treparon hasta la cornisa del Palacio del Mar, que aloja al museo. Mientras los bomberos permanecían en lo alto, los estudiantes de la marcha esperaban la mayor concentración de jóvenes para arrancar la movilización con cánticos, bombos y haciendo castellers, los típicos castillos humanos. Los negocios de los alrededores nunca cerraron y no se registraron disturbios. Sólo hubo un acto violento de un grupo de encapuchados contra una sucursal del banco Bankia que fue abu- cheado por los estudiantes que participaban de la marcha.
“Mis padres están orgullosos de mi participación en todo lo que el movimiento universitario está haciendo. Si ellos pudieran, me acompañarían”, dice Sira Magdalena, de 19 años, que además participa de la toma de la universidad de Barcelona desde el viernes pasado.
“Tenemos las boletas para votar, podemos imprimirlas y nada detendrá la votación -dijo a Clarín Marta Rosique, estudiante de 21 años y vocera de los universitarios-. Esta manifestación es pacífica. Somos jóvenes pacíficos que queremos que se respeten nuestros derechos.”
Tal como lo pidió en su cuenta de Twitter el jugador del Barça Gerard Piqué, el único futbolista del club que se manifestó sobre el referéndum en Cataluña: “Desde hoy y hasta el domingo, expresémonos pacíficamente. No les demos ninguna excusa. Es lo que quieren. Y cantemos bien alto y bien fuerte. #Votaremos”, escribió Piqué. Al rato, un alud de mensajes pidieron su exclusión de la selección nacional española desbordó las redes sociales. ■
Gerard Piqué, el jugador del Barça, salió a defender el voto catalán en las redes sociales.