China endurece su posición y ordena cerrar todas las empresas norcoreanas
Esto ocurre a poco más de dos semanas del Congreso del PC chino, que definirá la nueva cúpula de gobierno.
China endureció su postura contra Corea del Norte, su aliado regional, profundizando las sanciones adop- tadas por la ONU tras los últimos ensayos nucleares de Pyongyang. El gobierno de Beijing anunció que en 120 días debían cerrar todas las empresas norcoreanas en su territorio, así como las firmas de capitales mixto (china-norcoreana).
Esta medida se produce en un momento particular de la cúpula de gobierno de China, ya que en poco más de dos semanas se realizará el XIX Congreso del Partido Comunista (PCCh), donde habrá una renovación del Comité Central, el grupo de siete personas -entre ellas el presidente Xi Jinping- que controla el poder en el régimen.
La drástica decisión de las autoridades chinas, según un comunicado del Ministerio del Exterior, contempla también el cierre de las empresas con capital chino y norcoreano establecidas en el exterior. Es un duro golpe a la economía norcoreana, que se abastece de divisas a través de esas firmas.
Hace un mes Beijing había avanzado con otras sanciones importantes, como una considerable reducción a partir del 1° de enero de las exportaciones de petróleo a Norcorea, aunque se negó a un bloqueo total de crudo. También había prohibido la importación de carbón, principal insumo norcoreano, y de productos textiles que se fabrican en el país vecino.
Todo esto es en el marco de las nuevas sanciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, el pasado 5 de septiembre, y que según cálculos de Naciones Unidas reducirán en hasta 1.000 millones de dólares al año los ingresos que el régimen de Kim Jong-un obtiene con sus exportaciones.
La resolución se adoptó tras el sexto ensayo nuclear realizado por Pyongyang el 3 de septiembre, el más potente hasta la fecha, que provocó un violento temblor que llegó a sentirse en el noreste de China. El régimen norcoreano afirmó que había probado con éxito una bomba de hidrógeno.
La República Popular de China es el principal socio comercial de Corea del Norte y, tradicionalmente, su principal apoyo político, pero en los últimos meses ha aceptado la aprobación de duras sanciones contra Pyongyang por parte del Consejo de Seguridad.
De todas maneras, desde Beijing siguen abogando por la necesidad de proseguir el diálogo para rebajar las tensiones en la región e insisten en que el uso de la fuerza militar no debe ser una opción. Sin embargo, Estados Unidos y otros actores de la comuni-
Beijing ya había prohibido la compra de carbón y de productos textiles de Norcorea.
dad internacional siguen pidiendo a China que aumente la presión sobre el régimen de Pyongyang, tanto diplomática como económicamente.
Los analistas consideran que esta significativa medida de cerrar las empresas norcoreanas se adoptó en el candente debate previo del Congreso del PC, que tendrá lugar entre el 8 y el 28 de octubre. En ese decisivo cónclave se dirimirán las nuevas políticas a nivel regional y mundial, y especialmente quiénes serán los integrantes del nuevo gobierno chino.
El régimen de Kim Jon-un se convirtió en un serio problema para China, provocando tensión en la región en momentos donde el gigante asiático intenta expandir su comercio global. Para colmo, el líder norcoreano anticipó que las sanciones no harán que frene su programa nuclear, algo que causa inquietud a sus vecinos, Corea del Sur y Japón. ■