Cataluña advierte que el bloqueo de sus cuentas amenaza la estabilidad europea
CARTA AL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL EUROPEO
El gobierno catalán lleva años buscando cómo internacionalizar su crisis con Madrid por su intento de organizar un referéndum de independencia que el Tribunal Constitucional español declaró ilegal. Su objetivo principal son las instituciones de la Unión Europea, y la Generalitat lleva meses, y sobre todo las últimas semanas, haciendo lo imposible para que la Comisión Europea haga de mediadora entre Madrid y Barcelona. Sería un éxito para el nacionalismo porque pondría en pie de igualdad su gobierno regional con el español.
El último intento, en una jugada que podría interpretarse como de bombero pirómano, es una carta enviada por el vicepresidente catalán Oriol Junqueras al presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi. En la carta, develada ayer en exclusiva por el corresponsal en Bruselas del diario El País, Junqueras asegura que el proceso secesionista puede suponer una amenaza a la “estabilidad de la Eurozona”.
Junqueras critica, según El País, que los bloqueos de cuentas bancarias del gobierno catalán ordenados por el Ministerio de Hacienda español para impedir que se use dinero público en la organización del referéndum considerado ilegal, suponen un acto “irresponsable” que podría provocar corridas bancarias.
En la carta, Junqueras ataca al gobierno español y asegura que la actitud de Madrid “pone en peli- gro el sistema de pagos, la financiación del gasto público básico y la estabilidad del sistema financiero de la zona euro”. Según el vicepresidente catalán, esas medidas de Madrid “no tienen base legal” y son “arbitrarias y discriminatorias”.
También dice que el referéndum “no va contra las leyes europeas e internacionales”. Algo que se desmonta con leer el Tratado de la UE. El apartado 2 de su artículo cuarto asegura que la UE respetará “las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y salvaguardar la seguridad nacional”.
Altos cargos del gobierno catalán ya habían señalado en Twitter la semana pasada que habían escrito al BCE para que se involucrara en la crisis. Algo que está fuera del mandato del central europeo salvo que realmente haya una amenaza a la estabilidad de la Eurozona, que los datos disponibles hasta ahora parecen descartar a la vista del riesgo-país español. La carta de Junqueras dice literalmente que “las medidas (del gobierno español) podrían provocar una reacción pública de protesta en forma de retirada de depósitos”.
El intento de los nacionalistas por involucrar a las instituciones de la Unión Europea no les ha dado frutos. El presidente Carles Puigdemont visitó Bruselas en enero y no fue recibido por ningún funcionario del bloque.
El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker repitió la semana pasada que en caso de independencia “los tratados dejarán de aplicarse en Cataluña” y que la UE se pone del lado de lo que digan el Parlamento y el Tribunal Constitucional español.