Bajan las acciones de Dybala

Bajaron las acciones de Dybala en la Selección. Lo que muchos consideraron como un sincericidio (decir que no es fácil para él jugar con Messi, que se superponen en la cancha) y otros como una lectura razonable de lo que se vio en los últimos partidos, le jugó en contra. Paulo sabe que no cayeron bien sus frases, pero no porque fueran desacertadas: más bien porque lo mostraron como resignado ante la evidencia. Esa al menos parece ser la lectura puertas para adentro. La falta de rebeldía preocupa entre quienes conducen a la Selección.

El que debía ser el socio natural de Messi no está aún a la altura de las circunstancias. Se insiste con el aún. En fútbol es peligroso ser terminantes. Y en el cuerpo técnico confían en que con tiempo de trabajo eso se podrá acomodar, pero ahora juegan contra reloj. Saben que no hay margen de error: al Diez hay que ayudarlo para que ayude al equipo (o para que lo salve). Dybala dejó ver en su candidez un mal que acecha desde hace tiempo a toda la Selección, exceptuando a su figura. Esa falta de re

beldía. Audacia para despojarse del imán Messi que los invita a darle todas las pelotas y esperar que resuelva solo. Y a veces, hasta parece que lo miran preguntándole qué tienen que hacer con el balón. Es extraña la messidependencia de este equipo: los inhibe, no los deja volar. No sólo a Dybala le cuesta jugar con Leo, cuando debería ser lo más fácil...

Pero sería justo absolver al cordobés de estos cargos, simplemente porque es quien menos tiempo lleva intentando ser un socio. Pero también es el que más expectativas lógicas despierta. Su actualidad en la Juventus lo justifica. Su calidad también.

Bajaron esas acciones, es evidente; ¿jugará ante Perú? En principio, había perdido el puesto ante Agüero, pero el Kun se quedó afuera por un muy inoportuno accidente automovilístico. Y hay un lugar vacante.

En su candidez dejó ver un mal que acecha desde hace tiempo: la falta de rebeldía.