De Vido justificó la compra de gas licuado con sobreprecios por el frío
En un escrito habló de crisis climática y citó la nevada de 2007. Se habrían desviado US$ 3.000 millones.
Con un frustrado intento de postergar su declaración indagatoria, Julio De Vido, el ex ministro más poderoso de Néstor y Cristina Kirchner, volvió ayer a los tribunales de Comodoro Py para declarar en la causa que investiga las irregularidades en las contrataciones de buques con gas natural licuado por los que se llegaron a pagar 15 mil millones de dólares. El diputado del FPV presentó un escrito y se defendió con el argumento de que las compras fueron necesariaspor el “escenario de crisis” en las reservas de energía hidroeléctrica, e incluso dijo que hizo “frío” y hasta citó la histórica nevada de 2007.
De Vido, quien arribó a los tribunales de Retiro poco antes de las 10 de la mañana, deberá volver hoy a Comodoro Py para la segunda audiencia por el juicio por la Tragedia de Once, donde está acusado de estrago culposo agravado por muerte. Su paso por tribunales coincidió con el inició del juicio contra Amado Boudou por la compra de Ciccone. Se retiraron del edificio prácticamente a la misma hora, pero sin cruzarse.
En el cuarto piso, y ante un importante dispositivo de seguridad, el diputado del FPV llegó junto su abogado Maximiliano Rusconi para declarar en la causa por los supuestos sobreprecios e irregularidades cometidos en la compra de gas licuado. Presentó un escrito rechazando las acusaciones en su contra.
De Vido explicó que para afrontar una “crisis” climática que se vivió en 2007 el Estado debió "tomar medidas para paliar la necesidad de cubrir una creciente demanda de Gas con soluciones rápidas y eficaces" y señaló que las decisiones tomadas "jamás tuvieron como consecuencia un perjuicio al Estado”. Y citó la cuestión climática: “El invierno del año 2007 implicó un duro castigo climático a nuestra comunidad” y hasta recordó que “todavía se mantienen en nuestras retinas las raras postales nevadas del 9 de julio de ese año”.
Durante la investigación, Bonadio determinó que durante el gobierno kirchnerista se pagaron sobreprecios en una operación para comprar casi 500 barcos de gas. Esta evaluación fue rechazada por De Vido. "La investigación adolece de falencias estructurales, consecuencia del evidente desconocimiento respecto del mercado del GNL”.
El diputado del FPV apuntó contra el informe pericial que consta en la causa: "Se ha basado en una búsqueda casi escolar de información que no ha sido certificada científicamente, ni por profesionales acorde a la temática investigada" y añadió "cualquier informe serio que se precie científico, obtendrá como única consecuencia la inexistencia de perjuicio hacia el Estado en el marco de las operaciones de GNL".
En la causa se usó como prueba un informe de la Auditoría General de la Nación que estimó sobreprecios del 20% en las operaciones. De esta forma, se habrían desviado al menos unos 3.000 millones de dólares.
Parte de los pagos se hacían -según consta en el expediente- a través de un banco privado que tenía una cuenta en Panamá, cuando debían de hacerse en "efectivo y antes de que se bajara la escalera de contacto con un puerto argentino".
La operación comenzó en 2008 con la compra de ocho buques provistos por YPF-Repsol, y luego pasó a contratarse a Gas Natural Fenosa de España, British Petroleum, Vittol, Glencore y Morgan & Stanley. Así, entre 2003 y 2015 llegaron a la Argentina 530 barcos a un costo de US$ 15.000 millones que pagó ENARSA, bajo la conducción de Exequiel Espinosa, otro de los imputados. ■