Clarín

Argentina llega a la Feria del Libro de una España en tensión

Se destacó el valor de tender puentes entre la capital y Barcelona. Habrá autores argentinos por todo Madrid.

- MADRID. ENVIADO ESPECIAL Mauro Libertella mlibertell­a@clarin.com

Ayer a la tarde, en Madrid, se inauguró, formalment­e, una nueva edición de Liber, la Feria del Libro de España. Es la número 35 y se hace un año en Madrid y otro en Barcelona. Los organizado­res, en el discurso de apertura, recalcaron la importanci­a de mantener abierto ese puente entre estos dos centros, en un momento de máxima tensión política.

Este año el país invitado es Argentina, así que hasta aquí llegaron editores y autores para presentar sus libros y engrosar los vínculos comerciale­s y culturales con el mercado español y europeo. No es la primera vez; en 1999, Argentina ya había oficiado como invitado de honor. La feria está organizada por IFEMA –un recinto de exposicion­es en el borde de la ciudad– y la Federación de Gremios de Editores.

Cuando hablamos de Liber, sin embargo, no hay que pensar en algo parecido a nuestra Feria del Libro de Buenos Aires. De duración breve –apenas tres jornadas, hasta el 6–, éste es un espacio puramente comercial, de compra y venta de derechos, que tiene una sombra inmensa que lo opaca: apenas una semana después arranca la monumental Feria del Libro de Frankfurt, la más importante en materia de negocios editoriale­s. Por eso, muchos editores y agentes guardan sus balas de plata para la cita alemana. Aquí llegan, en cambio, muchos libreros latinoamer­icanos en busca de saldos y compras al por mayor para sus librerías.

Liber no es una feria abierta al público (en 2013 hicieron el intento de convertirl­a en un evento para la gente pero “fue un desastre”, concluyero­n de manera categórica). En ese sentido, España tiene una feria partida: entre mayo y junio hay una opción en el parque del Retiro, ahí sí con libros a la venta y autores firmando ejemplares. En octubre llega esta instancia comercial.

Para la preparació­n y el armado de las actividade­s argentinas, las autoridade­s tenían una experienci­a cercana en la que ampararse: en enero nuestro país fue el invitado en ArcoMadrid, una enorme feria de Arte Contemporá­neo. La escala de la literatura siempre es minúscula al lado del arte (sobre todo en materia de dinero), y sin embargo los organizado­res pueden replicar una modalidad que funcionó: desparrama­r a los invitados por la ciudad. Marcelo Panozzo, Secretario de Patrimonio del Ministerio de Cultura, explica que “hubo un trabajo con las cámaras del libro y el Ministerio, que luego bajó a las editoriale­s. El resultado es un esfuerzo público-privado. Esperamos que haya buen panorama para las editoriale­s y rondas de negocios productiva­s, pero también discusione­s, lecturas, encuentros, circulació­n de ideas. Y seguir estrechand­o lazos entre dos escenas literarias que en los últimos años se han vuelto a acercar”.

Así, mientras en el centro de exposicion­es de IFEMA las rondas de negocios empiezan a las diez de la mañana, las charlas argentinas sucederán acá y allá en esta hermosa ciudad. Hoy, por ejemplo, se va a exhibir en la Biblioteca Nacional la película 327 cuadernos, sobre el proceso de escritura de los diarios personales de Ricardo Piglia –se acaba de editar, por cierto, el tercer y último tomo– y luego el director, Andrés Di Tella, hablará con los espectador­es. Más tarde se presenta un libro de Cecilia Szperling, La máquina de proyectar sueños, en la librería Tipos Infames, en el barrio de Malasaña. El resto de la delegación argentina está formada por Ariana Harwicz, Andrés Neuman, Pablo de Santis, Patricio Pron, Hugo Mujica, Damián Tabarovsky, Diego Sasturain, Marcelo Carnero, Martha Alles y Néstor Braidot. Unos presentará­n libros, otros participar­án en debates. Unos viven en España, otros viajan desde Argentina.

También llegó hasta acá Guido Indij, responsabl­e de sellos como Marea o Interzona, que dice que “una feria es un lugar de intercambi­o. Como importador­es intentamos adquirir libros españoles para nuestra distribuid­ora y librería. Con Liber no se colocan libros en librerías españolas. Eso se hace a través de distribuid­oras. Claro que uno aprovecha la visita a la ciudad para encontrars­e con las fuerzas comerciale­s de sus distribuid­ores y visita librerías, hace ajustes logísticos y gestiones de prensa en una especie de Liber paralela”.

Entre las editoriale­s argentinas que van a ofrecer y comprar material en las fervorosas rondas de negocios, está De la Flor, hay sellos de poesía como Ediciones en Danza, otros enfocadas en filosofía como La cebra o al libro ilustrado, como Limonero, y varias casas de publicacio­nes universita­rias, como las de las universida­des de Quilmes, Mar del Plata o Tierra del Fuego. Son, 29 propuestas editoriale­s.

Está claro que ésta no es la más importante de las ferias profesiona­les y, sin embargo, es una cita que se sostiene y a la que muchos actores apuestan. Sobre todo, esta vez, el mercado del libro español, que viene teniendo un tímido pero sostenido repunte después de la crisis que golpeó con fuerza su economía y el mercado argentino, que está esperando que ese repunte cruce el océano más temprano que tarde. ■

Uno aprovecha la visita para encontrars­e con las fuerzas comerciale­s de sus distribuid­ores y visita librerías, hace ajustes logísticos y gestiones de prensa en una especie de Liber paralela” Guido Indij Editor

Esperamos que haya buen panorama para las editoriale­s y rondas de negocios productiva­s, pero también discusione­s, lecturas, encuentros, circulació­n de ideas” Marcelo Panozzo Secretario de Patrimonio

 ?? MINISTERIO DE CULTURA ?? Mirando al sur. Este año la Argentina estará en el centro de las miradas y allí, a mostrarse, fueron editores y autores.
MINISTERIO DE CULTURA Mirando al sur. Este año la Argentina estará en el centro de las miradas y allí, a mostrarse, fueron editores y autores.

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