Clarín

Macri prepara una reducción del Gabinete después de las elecciones

- Marcelo Bonelli mbonelli@clarin.com

Mauricio Macri decidió aplicar una propuesta que evalúa hace tiempo y genera ruido en Cambiemos: un recorte de ministros en el Gabinete nacional. El plan integra una estrategia global: “Recorte de gastos políticos”. La idea surgió de la mesa chica de poder: Macri, Maria Eugenia Vidal, Horacio Larreta y Marcos Peña. El jefe de Gabinete es el más moderado para los cambios. La gobernador­a, la más entusiasta.

Todo se aplicará después del 22 de octubre. En la Casa Rosada descuentan un espaldaraz­o electoral. Así lo dice Macri en la intimidad: “El 22 arrasamos”. El programa de recortes de gasto incluye bajar el presupuest­o de la Legislatur­a bonaerense y del Congreso Nacional.

Pero el plato fuerte está en la propia Casa Rosada: Macri estudia dar una señal de austeridad, recortando el inmenso gabinete que armó en el 2015. Ya se habla de un recorte de alrededor de 6 carteras y la fusión de muchas secretaría­s y subsecreta­rías.

En observació­n hay al menos 10 áreas como la de Medio Ambiente, Defensa, Justicia, Interior, Seguridad, Ciencia y Técnica, Producción y Turismo. Las evaluacion­es son secretas y están en poder de solo un puñado de íntimos del Presidente. Un par de funcionari­os que serían desplazado­s podrían tener una compensaci­ón: para ello están libres embajadas como la de Francia y Washington.

Igual, los eventuales cambios pusieron en alerta a los radicales. En la UCR se resisten a la idea que existe en la Casa Rosada: se afirma que después de las elecciones Macri se cerrará aún más sobre su círculo de confianza. Esto genera un estado de ansiedad entre muchos ministros y dirigentes que no gozan de la total aprobación de Macri.

Macri – por ejemplo – está molesto con quienes llevaron adelante el caso Odebrecht.

La falta de resultados, expone al Presidente internacio­nalmente. Se trata de una mácula donde Macri acumuló éxitos. Peor aún porque abre suspicacia­s internas: ¿fue negligenci­a o se quiere tapar algo o a alguien?

Lo cierto es que Argentina no logró un acuerdo con Odebrecht y eso asegura impunidad para Julio De Vido y funcionari­os que cobraron coimas por 32 millones de dólares.

Así, Argentina se iguala con países muy cuestionad­os en el exterior: Argentina, Venezuela y Angola son los únicos que no llevan adelante investigac­iones serias por Odebrecht. Solo se investigan a perejiles .

El Gabinete tiene 23 ministerio­s - algunos con rango de ministros – y en muchos casos pasa lo siguiente: ni se conoce qué hacen y, en otros, la gestión fue deficiente.

Así, Macri también quiere dar una señal política a bajo costo: mostrar un marketing de austeridad, que el Gobierno no tuvo durante sus primeros años. Desde el inicio de su gestión el déficit fiscal aumentó, por encima del astronómic­o rojo que dejó Cristina. Ahora sería de 8 puntos del PBI. Se trata de 48.000 millones de dólares. Esto incluye déficit cuasi fiscal - la bicicleta financiera –del BCRA y el descontrol de las provincias.

También sería un gesto político para la sociedad. Hasta ahora, los recortes de gastos, incluyeron un gran ajuste y aporte de la pobla- ción. Fueron fruto de la quita de subsidios, y no de un ajuste de la burocracia.

Macri trabaja el recorte con su íntimo grupo de colaborado­res. El rediseño está a cargo de Mario Quintana, Gustavo Lopetegui y Andrés Ibarra. Las reuniones son secretas y de la evaluación política participan – obvio – el propio Presidente y el jefe de Gabinete.

El tamiz político final hizo que – entre otras – se desechara la idea inicial de fusionar Agroindust­ria con Producción.

La intención era dejar todo en manos de Francisco Cabrera. Existen críticas internas a la gestión de Ricardo Buryaile. En especial una: que no capitalizó para la Casa Rosada, los fuertes beneficios que Macri le otorgó al campo. Luis Etcheveher­e – conociendo esto – fue una opción de relevo. La Sociedad Rural lo fogoneó.

Pero hay una necesidad política y eso frenó los planes iniciales de la Jefatura de Gabinete: quieren fortalecer a Buryaile como candidato a gobernador de Formosa para el 2019 y para eso necesita continuida­d en su ministerio.

Otro tanto ocurre con Ciencia y Técnica : muchos sueñan con desplazar a Lino Barañao, pero su salida generaría un serio conflicto con la comunidad científica. El recorte del Gabinete será preciso y quirúrgico.

Por eso llama la atención la pasividad del Gobierno con ex funcionari­os: Ricardo Echegaray sigue en la AFIP y ahora se refugia en el Parlamento. Esta semana se aprobó su pase en comisión con un sueldo bruto de 110.000 pesos. Echegaray utilizó la AFIP para perseguir adversario­s y es el responsabl­e de encubrir graves delitos: negociados de Lázaro Báez, estafas de Cristóbal López y beneficios a Amado Boudou.

En Ciccone utilizó a un funcionari­o de confianza . Se trata del procesado Rafael Riesnick Brenner, quien creó un sindicato trucho – de solo 100 agremiados – para tener fueros y seguir, aún ahora, en la AFIP. Ambos están protegidos. Dicen que Echegaray centra su poder en una cuestión: el robo de informes secretos de inteligenc­ia de la AFIP sobre el patrimonio de la cúpula de poder en Argentina. ■

En la Casa Rosada descuentan un espaldaraz­o electoral. Así lo dice Macri en la intimidad:

“El 22 arrasamos”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina