Una escuela todo terreno para un pueblo de 250 vecinos
Centro. Los adultos van tanto como los chicos. Además de dar educación, es locutorio, estación de wi fi y se oficia misa.
Villa Nueva es una pequeña localidad sanjuanina ubicada a unas tres horas en auto de la capital provincial. Allí, al pie de la cordillera de los Andes y a 3.500 metros sobre el nivel del mar, viven unos 250 habitantes que, a decir verdad, no tienen mucho para hacer. En Villa Nueva no hay comercios, sólo 40 casas de familia desparramadas al costado de la ruta, enmarcadas en un imponente paisaje de fondo. Pero por poco que sea, todo lo que pasa en ese pintoresco pueblito ocurre en un mismo lugar: la escuela Provincial N° 89 Álvarez Condarco. Es que allí se cumplen funciones que exceden lo educativo y sirven para mantener con vida a la localidad. Porque en la escuelita es el único lugar de la zona donde se puede hablar por teléfono, donde hay un sector para hacer deportes y hasta donde se da misa.
“Nuestra escuela es mucho más que un lugar para enseñarles a los chicos; es un centro comunitario”, le dijo a Clarín Leticia Valdez de Britos, directora de la institución, que reciéntemente participó junto a Sergio Uñac, gobernador de San Juan, del acto de celebración por la remodelación de la escuela, que además cumplió 100 años.
La escuela Provincial N°89 recibe a 60 alumnos, 20 de los cuales se encuentran albergados. “Los chicos son de diferentes lugares del departamento de Calingasta. Todos vienen de familias muy sacrificadas. Sus padres por lo general hacen trabajos por temporada, levantando cosecha. Los que viven más lejos se acercan acá en una combi que pone la municipalidad y se quedan a dormir de lunes a viernes”, explicó Estela, docente de nivel inicial.
“Acá tienen aseguradas todas las comidas, asistencia médica de primer nivel y la diversión de estar con sus amigos. Todos prefieren quedarse acá que irse a la casa. Ellos no me dejarían mentir”, agregó la docente, rodeada de algunos de sus alumnos. No lo hace: no por nada los chicos estallaron de alegría cuando las autoridades anunciaron que la jornada pasará a ser de 4 a 8 horas, un viejo reclamo de la comunidad.
La escuelita, además, es desde este año un lugar donde da gusto pasar el tiempo. Como parte del Programa “Educación para un Nuevo Mañana”, que se encarga de renovar 41 escuelas rurales (ya van 25) de todo el país construidas entre 1968 y 1982. Por eso fue reciclada por completo. Entre las principales obras de remodelación se encuentra la provisión de una batería de tres colectores solares para proveer al lugar de agua caliente, la reparación íntegra de los baños, la dirección, la cocina, el comedor y la instalación de un nuevo sistema ecológico de cloacas. Además, se construyeron un nuevo jardín de infantes y aulas; instalaciones eléctricas y de gas; una huerta orgánica; un sector de juegos, una cancha de básquet y un patio techado.
“Estamos todos felices. Vamos a venir a la escuela casi tanto como los chicos”, dice entre risas Víctor, vecino de Villa Nueva, mientras le envía fotos a familiares por WhatsApp. Sólo en la escuela puede hacerlo: es el único lugar del pueblo donde hay señal de Wi-Fi. ■
La jornada escolar ahora pasará de cuatro a ocho horas, motivo de festejo entre los alumnos.