Ciccone: el tribunal rechazó anular el juicio, y tampoco citará ahora a Cristina
Además, la abogada de Vandenbroele intentó evitar el testimonio de Laura Muñoz, su ex esposa. No lo logró.
Durante la segunda audiencia del juicio contra Amado Boudou por la compra de la calcográfica Ciccone, el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) -integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela Núñez Íñiguez- rechazó el pedido de nulidad que la defensa del ex vicepresidente había presentado en el arranque del proceso oral y público: el juicio en el que se lo acusa por cohecho y nego- ciaciones incompatibles con la función pública seguirá adelante. También desestimaron el pedido de un imputado para que sean citados Cristina Kirchner y el ex jefe de la AFIP Ricardo Echegaray. El próximo encuentro será el martes 31 de octubre con la indagatoria a José María Núñez Carmona, amigo y socio de Boudou.
En el transcurso de las más de cuatro horas que duró la jornada del juicio por la compra de la ex Ciccone, hubo desmentidas, acusaciones y tempraneros pedidos para que la ex Presidenta sea citada a declarar. La audiencia comenzó a las 9.30 en la Sala AMIA de Comodoro Py, y en el banquillo de los acusados volvió a estar Boudou. En “concurso” -es decir combinadas- la pena de los delitos que se le imputan podría llegar a los once años.
La defensa del ex vice, a cargo de Eduardo Durañona, pidió hace una semana la nulidad del juicio, hasta tanto avance la causa en la que se investiga la participación de Echegaray en el levantamiento de la quiebra de Ciccone. Pero ayer el Tribunal rechazó la solicitud y dio continuidad al juicio que a partir de las próximas audiencias comenzará con las indagatorias a los principales acusados.
Ayer se escuchó el nombre de Cristina Kirchner en el juicio. La defensa de Rafael Resnick Benner -ex jefe de asesores de la AFIP, que aún reporta en el organismo- pidió que sea citada a declarar. “Como Presidenta envió al Congreso el proyecto de expropiación de la imprenta”, argumentó. Resnick Brenner también solicitó que se convoque a Juan Manuel Abal Medina y a Guillermo Moreno. El pedido fue rechazado por el TOF 4.
El listado de imputaciones del acusado fue más amplio. Apuntó también contra Echegaray, “quien ordenó levantar la quiebra de Ciccone y después otorgó planes de pago”. Queda aún pendiente que se resuelva su situación procesal para decidir si será o no citado a declarar.
Entre los imputados también se encuentran Nicolás Ciccone, ex dueño de la imprenta, quien ayer declaró durante horas y ratificó que tuvo dos reuniones con Boudou y que él estuvo “atrás de la compra” de la compañía, operación por la que recibió “muchas presiones”. Todo fue desmentido por el ex vice en una breve alocución permitida por el tribunal (ver aparte).
No fue el único planteo que sorprendió a los presentes. La defensa de Alejandro Vandenbroele, a cargo de Paola Vigliani, pidió que se desestime como testigo a Laura Muñoz -
la ex mujer del empresario, señalado como testaferro de Boudou-. El argumento fue que en los papeles “aún están casados” lo que le impediría declarar en su contra. El testimonio de Muñoz, revelado por Clarín hace cinco años y medio, fue clave para destapar el caso de corrupción que más preocupa al ex vicepresidente.
El TOF 4 desestimó el pedido, después que las partes acusadoras señalaran que había que “escuchar lo que tiene para decir” la ex de Vandenbroele. Según el cron ograma, el titular de The Old Fund y presunto testaferro de Boudou será indagado el 7 de noviembre, y después de él declarará Muñoz.
Los cinco imputados están acusados de participar de la operación que permitió que la ex Ciccone, única empresa con capacidad para imprimir billetes, quedara en manos del entorno del ex vice. The Old Fund, cuya cara visible era Vandenbroele , se quedó con el 70% de la firma para “contratar con el Estado la impresión de billetes y documentación oficial”, según consta en la causa. Se imprimieron las boletas electorales del FPV para 2011, y en abril del año siguiente el Gobierno de Cristina contrató a Ciccone para imprimir 160 millones de billetes de cien pesos, por un costo de 140 millones de pesos. ■