Clarín

Todo lo que se hizo mal para sufrir tanto

Los técnicos no pudieron hacerse fuertes y los jugadores nunca levantaron la voz ante tanta inestabili­dad.

- Enrique Gastañaga egastanaga@clarin.com

Lo peor que le podría pasar al fútbol argentino sería mirar hacia Rusia y olvidar todos los pecados cometidos que derivaron en semejante sufrimient­o. Es el momento de la celebració­n y del alivio, pero también de la reflexión. No se acepta el olvido. Si Argentina llegó a estar a punto de quedarse afuera del Mundial es porque todas las partes colaboraro­n para mal. Nadie puede decir “yo no fui”. Ni los dirigentes. Ni los técnicos. Ni los jugadores. Eso sí, algunos la boicotearo­n más y otros menos a la Selección. Al cabo, los porcentaje­s de responsabi­lidades no son iguales.

El 60 por ciento es de los dirigentes y sus miserias

Ninguno se salva. Todos, más o menos, aportaron a la debacle. Seducidos por sentarse en el sillón de Julio Grondona al punto de coronar un empate 38-38 en una elección con votos de 75 asambleíst­as (papelón ocurrido cuando transcurrí­an cuatro capítulos de las Eliminator­ias), los dirigentes se olvidaron de la Selección. Ignoraron a la única razón de orgullo que le quedaba en pie a la AFA porque se obsesionar­on con sus internas. Todo derivó en una Argentina dirigida por tres entrenador­es en 18 fechas con estilos distintos: uno defensor de la posesión, otro del equilibrio y el último del vértigo.

Con Luis Segura como débil presidente interino y siempre sobrevolad­o por una posibilida­d de intervenci­ón del Gobierno Nacional, a Martino y a

su cuerpo técnico llegaron a deberles ocho meses de sueldo.

A la Comisión Normalizad­ora que impulsó la FIFA la encabezó Armando Pérez, quien reemplazó a la posesión de Martino por el equilibrio de Edgardo Bauza, después de una especie de triste cásting.

Con maniobras subterráne­as para desgastarl­o, aceleradas en la previa de la caída contra Bolivia en La Paz, al Patón lo terminó despidiend­o la nueva conducción de la AFA, liderada por Claudio Tapia y Daniel Angelici.

Mientras esbozaban un imprescind­ible proyecto de refundació­n de los juveniles, los dirigentes de la “Nueva AFA cambiaron en la Mayor por el vértigo de Jorge Sampaoli. Creyeron que era la solución inmediata. Que en cuatro partidos podría encontrar un equipo. Pero no es tan fácil. A la vista está.

El 20 por ciento es de los técnicos y sus flaquezas

Martino había encontrado el equipo, pero lidiaba con la carga de las finales perdidas. En estas Eliminator­ias, dirigió seis partidos y sumó el 61,11 % de los puntos sin Messi (lesionado) en los cuatro primeros. Excepto con Ecuador, desembocó en un funcionami­ento aceptable sin Leo. Se fue por el vacío olímpico que le provocó la dirigencia. Un cuestionam­iento para el Tata: su silencio ante las irregulari­dades que había a su alrededor, como los ocho meses que recorrió sin cobrar. ¿Qué habría ocurrido si alertaba sobre semejante desproliji­dad?

El problema de Bauza fue no animarse a ser Bauza. Se quedó a mitad de camino en los planteos y elecciones de jugadores. El equipo no se afirmó y rescató el 45,83 % de los puntos. Ade- más de no declarar con justeza, no contó con amistosos y en la mitad de los ocho partidos de su era no contó con Messi, primero por lesión y en el último con Bolivia por suspensión.

Los reproches para Sampaoli se resumen en sus determinac­iones cambiantes. Aunque es el único DT que contó con Messi en sus cuatro partidos, la desesperac­ión por la falta de gol y de resultados se lo fue devorando hasta que respiró en Quito y estacionó en una cosecha del 50 % de los puntos. No había podido darle una mano a la Selección en la formación inicial (Uruguay) ni con los cambios durante los partidos (Venezuela y Perú). Ahí pareció superado por la situación. Eso sí, contra Ecuador, el casildense dejó su impronta, en especial con la inserción de Enzo Pérezy la ubicación de Angel Di María más cerrado y cerca de Messi. Ahora, con más calma, deberá descubrir un equipo confiable que no abandone a Leo. Y sumar intérprete­s para que aporten con sus dulces cualidades: por ejemplo Paulo Dybala, a quien tendrá que hallarle el lugar donde más rinda aunque sea como variante.

El 20 por ciento es de los jugadores y su frialdad

El máximo reclamo para los jugadores es que no se comprometi­eron a fondo con ningún entrenador. En sus peores momentos, no defendiero­n con fuerza a Martino (cuando renunció) ni a Bauza (cuando lo echaron). No jugaron ninguna carta potente en esos instantes cruciales para cuidar la estabilida­d de la Selección. Messi y/o Mascherano, como máximos símbolos, podrían haber elevado sus voces en esos temas y también en otros. La queja pública por la organizaci­ón de los viajes horas antes de la final de la Copa América Centenario resultó una excepción. A estos futbolista­s, por ejemplo, les falta imitar el comportami­ento de la Generación Dorada del básquetbol que se le plantó a su dirigencia.

Después, la realidad del juego. Ahí, con la pelota, a Messi nada se le puede reclamar. Ahí los pecados los cometieron sus compañeros que lo dejaron solo, que no se animaron a jugar con él, que se cansaron de desperdici­ar situacione­s de gol inventadas por el genio. ¿Ahora, tras la reacción tan esperada en una situación límite, todos se liberarán del bloqueo anímico disparado por la cadena de finales perdidas?

Tampoco los futbolista­s supieron generar buenas energías a su alrededor. El silencio de casi un año con la prensa, ahora levantado, no es un tema relevante. Lo grave es que se alejaron de la gente, ignorando múltiples variantes de ida y vuelta muy simples de instrument­ar. Parece que también tomaron nota. Ojalá. La Selección mueve a un país y no puede caminar tan lejos de sus hinchas. w

 ??  ?? Luis Segura. El primer presidente de AFA que olvidó a la Selección. Muy débil. Armando Pérez. Asumió en AFA ya sin Martino. Eligió un opuesto al Tata: Bauza.
Luis Segura. El primer presidente de AFA que olvidó a la Selección. Muy débil. Armando Pérez. Asumió en AFA ya sin Martino. Eligió un opuesto al Tata: Bauza.
 ??  ?? Claudio Tapia. Echó a Bauza faltando 4 partidos. Optó por Sampaoli. Al final, respiró.
Claudio Tapia. Echó a Bauza faltando 4 partidos. Optó por Sampaoli. Al final, respiró.
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Messi. Un 10 en juego. Una pena fue su silencio ante los desatinos de la AFA.
Lionel Messi. Un 10 en juego. Una pena fue su silencio ante los desatinos de la AFA.
 ??  ?? Angel Di María. Ejemplo del bloqueo anímico. Se destapó en Quito. ¿Y ahora?
Angel Di María. Ejemplo del bloqueo anímico. Se destapó en Quito. ¿Y ahora?
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cherano. Su voz es vital para una Selección estable. Pero no bajó línea.
Javier Mas cherano. Su voz es vital para una Selección estable. Pero no bajó línea.
 ??  ?? Jorge Sampaoli. Tenso, falló en decisiones y cambió mucho, pero en el final acertó.
Jorge Sampaoli. Tenso, falló en decisiones y cambió mucho, pero en el final acertó.
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Bauza. No encontró los 11 y nunca se animó a aplicar su idea de equilibrio.
Edgardo Bauza. No encontró los 11 y nunca se animó a aplicar su idea de equilibrio.
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Martino. No blanqueó a tiempo las irregulari­dades en la AFA.
Gerardo Martino. No blanqueó a tiempo las irregulari­dades en la AFA.
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