Amistad femenina y prejuicios
La ópera prima de Constanza Novick sigue la amistad entre dos mujeres a lo largo de 30 años. Vemos a dos chicas haciendo una vistosa coreografía al final de la primaria. Son Romina y Florencia y, bastan unos minutos para entender que, por más que una se la pasa todo el día en la casa de la otra, tienen personalidades muy distintas y gustan las dos del mismo chico. Un primer beso con Tu nombre, de los Parchís, sonando bien fuerte cierra ese primer acto de la película.
Quince años después, Flor (Pilar Gamboa) termina una vez más en la casa de Romina (Dolores Fonzi), que vive con su pareja y su pequeña hija y recibe a su amiga porque, recién llegada de México tras un desengaño amoroso, no tiene dónde quedarse. Las cosas no son iguales para las chicas y se nota cómo el tiempo erosionó esa amistad que buscan reconstruir. Flor acentuó su personalidad impulsiva y Romina parece cada vez más encerrada en su refugio racional que la protege de las emociones. El personaje de Gamboa recuerda el desparpajo de la Charlize Theron de Young Adult y Fonzi interpreta a una versión femenina del Will Ferrell de Más extraño que la ficción antes de la epifanía.
La química entre Gamboa y Fonzi es perfecta; y también es muy alto el nivel de los personajes secundarios como los de Esteban Bigliardi y Federico León. La tensión y los roces entre esos temperamentos complementarios de las protagonistas afloran enseguida y Novick se luce al transmitirlo con sutileza en cada gesto y mirada entre las chicas. En El futuro que viene parece tan importante lo que decide contar y mostrar la directora como todo aquello que se calla o queda fuera de campo. La cineasta profundiza en los prejuicios sobre la amistad femenina, como la competencia constante, y subvierte con sutileza esos lugares comunes muchas veces impuestos desde una mirada sexista. El último reencuentro de Flor y Romina transcurre en el presente y cierra a la perfección un ciclo en esa relación que resistió diversos golpes y el paso del tiempo. La precisión de Novick al narrar una amistad en tres actos y unas pocas escenas es sorpresiva para una debutante. ■