Atlanta disfruta un presente soñado, pero quiere más y le apunta a River
Mientras pelea en la B, eliminó a Belgrano y está listo para desafiar al grande al que ya sorprendió en 2012.
Los pasillos de un estadio hablan. Aunque parezca que están casi en silencio, como pasa en este día de entrenamiento entre semana, cuentan viejas historias. Mucho tienen para decir en la cancha de Atlanta, ese club que cumplió ayer 113 años, 64 de ellos en Primera. En el último tiempo se escuchaban sobre todo las voces tristes porque, a su pesar, el Bohemio se acostumbró a habitar el Ascenso (no juega en la A desde 1984) y a ver el regreso a lo más alto del fútbol argentino como una utopía. Pero algo parece estar pasando. Algo que, por lo pronto, llevó al club de Villa Crespo a jugar otra vez contra River. Una situación a la que llegó después de dejar atrás en octavos de final de la Copa Argentina a Belgrano de Córdoba, del que lo separan dos categorías, y ganarle con justicia 2-1. Ese día se llevó un premio de $ 1.142.000, algo más del $ 1.200.000 que cubre un mes de sueldos del plantel, viajes, concentraciones y demás gastos. Así se clasificó para enfrentar el miércoles, en San Juan, a uno de los equipos más grandes del país.
Nicolás Bianchi Arce es un protagonista central de este nuevo capítulo dentro de la historia. A los 30 años, decidió dejar de lado ofertas más tentadoras en lo económico pa- ra ponerse, en la B Metropolitana, la camiseta que lleva en su corazón desde que nació. “Yo vine acá a dejar una marca en la historia”, le advierte a Clarín en el gimnasio bajo la platea, después de ratificar que llegar al club fue “la mejor decisión” que tomó en su vida. Su lugar en Atlanta no es sólo el del capitán que empuja desde atrás e impone su experiencia en el vestuario y dentro de la cancha. Es, por ejemplo, el del que después del entrenamiento se reúne con socios que ayudan a remodelar las instalaciones. A pulmón, como corresponde a la historia de un club en el que León Kolbowski, para poder inaugurar la cancha en 1960, necesitó hasta de jugadores de las Inferiores para que colocaran las baldosas. Y también, el de Bianchi Arce es el lugar del líder que en su momento dio el visto bueno para que llegara un entrenador con una vocación de trabajo admirable, pero casi sin experiencia en Primera.
A Francisco Berscé se lo recordaba sobre todo por su breve paso como arquero del club en la temporada 2000/01. De larga trayectoria en el Ascenso, cuando se retiró fue entrenador de Inferiores en diversos clubes, en la Primera de Excursionistas y recientemente integró el equipo de trabajo de Gabriel Milito en Independiente y Estudiantes. Pero además es un profesor respetado en la escuela de directores técnicos, donde tuvo como alumnos a los managers del fútbol de Atlanta, Fernando Romano e Ignacio Tolomei, que apostaron por él. “Para un plantel tan joven, tener un docente es importantísimo”, remarca Bianchi Arce.
Dentro de esa armonía reinante, el DT manifestó públicamente su enojo en los últimos días porque se había filtrado a la prensa información interna. Antes de la práctica, entonces, reúne a todos alrededor del círculo central. Y “todos” no son sólo los integrantes del plantel. Berscé llama a los jugadores de Inferiores que están por enfrentar a los suplentes en el entrenamiento. A los trabajadores de mantenimiento del estadio y a los empleados administrativos. A los kinesiólogos y a los utileros. Les subraya que “cada uno” tiene que dar lo mejor en lo suyo y que “cada uno” es una parte importante del proyecto. “Todos somos Atlanta”, les remarca. Al final, se escuchan aplausos.
“El objetivo nuestro es bien claro desde que llegamos: lograr el ascenso”, explica de entrada Berscé, que se declara admirador de Marcelo Gallardo. Sabe que la jerarquía del rival que se viene es enorme, aunque no pierde la esperanza de dar el gran golpe. “Los respetamos, pero nosotros tenemos nuestras armas para intentar contrarrestarlos”, asegura el arquero Rodrigo Lugo, de gran rendimiento en los últimos partidos. “A no achicarse”, pide Fabricio Pedrozo, goleador y figura contra Belgrano. Todos quieren sobre todo disfrutar de ese partido en el que buena parte del país volverá a tener los ojos puestos en Atlanta. Como el 8 de abril de 2012, cuando en el último enfrentamiento contra River sorprendió al equipo de Almeyda y le ganó 1-0 con un gol de Lorefice. Ese día en el que el Bohemio volvió a sentirse de Primera. Justo contra el rival que se viene. Ese al que sueña con amargar otra vez. ■
Yo soy hincha y voy a estar siempre. Acá se hace todo de corazón y sin beneficio propio”.
NICOLAS BIANCHI ARCE Capitán
La esperanza está, aunque sabemos que River tiene una jerarquía enorme”.
FRANCISCO BERSCÉ DT