“Quiero sacarme la bronca y tomarme una revancha”
El finalista olímpico en anillas, de pobre papel en Montreal, había dicho que esa sería su última cita a ese nivel.
Poder tener una buena actuación en el Mundial de Montreal era la oportunidad ideal para Federico Molinari de comenzar el cierre de una exitosa carrera. Tal como le había manifestado a Clarín antes de viajar a la ciudad canadiense, ésta sería su última aparición mundialista. Sin embargo, el santafesino de 33 años aún tiene en sus planes darse una oportunidad más en lo que será el Mundial de Doha 2018. “Quiero sacarme la bronca y tomarme una revancha después de lo que fue este Mundial. Siento que me pudo haber ido mucho mejor de lo que en realidad me fue. Sinceramente han sido meses coplicados: se enfermó mi entrenador, luego se fue sintiendo peor y al final, desgraciadamente, terminó falleciendo. Eso me afectó desde la parte emocional y también desde lo técnico porque no pude entrenarme bien. Además, durante el Mundial me sentí mal físicamente”, sostuvo.
El finalista olímpico de Londres 2012 en anillas estuvo muy lejos de aquella actuación consagratoria al terminar 51° en ese aparato con un puntaje de 13.266 (el griego Elefthe- rios Petrounias ganó la medalla de oro con 15.400).
Además aseguró que en lo que resta de 2017 su idea principal es poder seguir compitiendo. “Queda el Sudamericano en Cochabamba en diciembre en el que voy a participar en las pruebas individuales y por equipo. Y el año que viene me quiero sacar la espina de este Mundial y poder clasificarme a los Panamericanos de Lima 2019”, aseguró.
De regreso en Buenos Aires donde tiene su propia academia (está a punto de abrir dos nuevas sedes), Molinari también reflexionó acerca del presente de la gimnasia en Argentina y dijo: “Lo que falta es trabajo de la Confederación; hay cada vez más chicos que se están acercando al deporte y tenemos el apoyo del ENARD. Pero necesitamos una confederación profesional y que dé lo mejor para esos chicos. Por mi parte, trato de ayudar a partir de la experiencia y con el progreso de mi academia”.
Por último se refirió a Julián Jato (17 años), a quien en Argentina se lo considera como una de las potenciales figuras de cara al futuro y quien, además, es su pupilo. “Tiene un futuro impresionante para poder llegar a mayores de la mejor manera. Está atravesando una edad difícil en la que el cuerpo se termina de desarrollar. Todo dependerá de cómo pueda llegar con la potencia y habilidad a esas categorías mayores”, precisó sobre quien no podrá participar de los juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018 por excederse apenas en la edad.
Ya sea dentro o fuera de una competencia, queda claro que el camino que atravesará Federico Molinari estará siempre acompañado de la gimnasia, para la que dejará un legado que aún quiere seguir escribiendo. ■