Clarín

Dólar, bonos y acciones: ¿v ender o comprar antes de las elecciones?

- Daniel Fernández Canedo dfcanedo@clarin.com

El mercado financiero argentino vive un momento de esplendor. Los operadores de las mesas de dinero de los bancos y agentes de Bolsa se sorprendía­n ayer de la presión compradora sobre los bonos argentinos emitidos en dólares y, especialme­nte, los de largo plazo y los ligados al crecimient­o de la economía. Fiesta financiera a cinco días de la elección legislativ­a del próximo domingo.

El movimiento empezó después de las elecciones internas del 13 de agosto (PASO) cuando el Gobierno de Mauricio Macri obtuvo un resultado favorable a nivel nacional y Cristina Kirchner se impuso por muy poco a Esteban Bullrich en la provincia de Buenos Aires, y se coronó en las últimas semanas con subas fuertes en los precios de las acciones y los bonos con un dólar tranquilo y a pesar de que el Banco Central mantuvo altas las tasas de sus letras (las lebac pagan 26,25% anual).

Las Lebac ofrecen 2,21% mensual (superior a la inflación) pero la suba de los papeles privados y públicos las pasaron por arriba. Sin ir muy lejos, ayer el cupón del PBI (paga renta si le economía crece 3% o más este año) subió 4% ayer y, desde las PASO para acá, el bono a 100 años acumula una mejora superior al 10% en dólares.

La torta de esta fiesta la aportan las acciones que, en el caso de los papeles de empresas de transporte y distribuci­ón de gas, acumulan en un año aumentos de entre 110% y 528%. Un salto impresiona­nte que dejó atrás las ganancias de en torno de 150% de las eléctrica o de entre 50% y 150% de los bancos. Todas esas variacione­s superan con holgura a la inflación y al dólar. Son ganancias reales en pesos y en dólares que convalidan, por ejemplo, el op- timismo que los empresario­s demostraro­n la semana pasada en el Coloquio de IDEA y la sensación dominante de que el Gobierno ya ganó las elecciones del domingo próximo.

Claro que tanto optimismo y tanta suba estarían necesitand­o un justificat­ivo, por chico que fuera, para provocar una corriente vendedora que permita tomar las ganancias por parte de lo que podría definirse como el dinero más informado para cumplir con la vieja regla de los mercados de “comprar con el rumor y vender con la noticia”.

Pero así como los operadores no esperan una devaluació­n del peso para después de las elecciones también apuestan a que la fiesta puede continuar y siempre teniendo en cuenta que son parte del negocio.

El informe de ayer de una importante casa de Bolsa local sirve de reflejo sobre lo que es- tá pensando el promedio de los operadores. Emitió opinión sobre comprar, mantener o vender, tomando en cuenta 32 de las principale­s acciones del mercado. De los 32 papeles considerad­os recomendó comprar 18, mantener 12 y vender sólo 2 acciones. La apuesta a que la tendencia alcista se mantendría después del domingo es muy clara superando la baja de 2,1% que tuvo ayer el índice Merval.

La trepada de los bonos tiene un fundamento conocido pero que se prolonga: los títulos argentinos ofrecen un rendimient­o de 5,5% anual en dólares que resulta un punto y medio superior al que pagan, por ejemplo, los brasileños y están más de tres puntos por encima de del 2,3% anual de los bonos del Tesoro de los EE.UU. a diez años de plazo.

En un contexto superlíqui­do y de rendimient­os bajos los operadores de los fondos de inversión de todo el mundo buscan rentabilid­ad en los papeles de los países emergentes y, en este momento, los argentinos son muy buscados por considerar que tienen buena renta con riesgo moderado.

Ese movimiento, a su vez, estaría generando la calma del mercado cambiario que, también opera, bajo la expectativ­a de que el Banco Central no validará un salto del dólar después de la elección del domingo. ¿Alguien lo puede saber? No, pero los operadores prefieren apostar a que la calma seguirá.

La creencia del “dolar quieto” descansa, además, en que después del 1,9% de inflación en septiembre, el Gobierno preferirá no agitar al dólar. Y siempre está pendiente la posibilida­d de que el Central decida darle otra vuelta de tuerca a las tasas de las letras para sacar más pesos del mercado.

Hay funcionari­os del área económica que comenzaron a analizar cómo encauzar la política dual en materia monetaria y de crédito de los últimos meses caracteriz­ada por un Banco Central que enarboló la bandera de la contracció­n monetaria y las tasas altas y la Casa Rosada expandiend­o, vía créditos de la ANSeS, las posibilida­des de consumo de los sectores de menos ingresos.

Así como hay un “boom” en materia de acciones y bonos también lo hay con los “créditos Argenta” que están destinados a jubilados, pensionado­s, beneficiar­ios de planes sociales y de la Asignación Universal por Hijo.

La magnitud del “boom” se resume en dos cifras de esos préstamos que otorgan por montos que van de $ 3.000 a $ 30.000 y por plazos de entre 12 y 36 meses: en marzo de este año , según la consultora Eco Go, se habían otorgado 381.752 créditos mientras que al 12 de octubre habían subido a 2.303.351. Un salto del 503% en la cantidad de préstamos que pueden estar explicando parte de la mejora del consumo, de la suba de los precios y del optimismo oficial frente a las elecciones. ■

En marzo se habían otorgado 381.752 créditos Argenta.

Al 12 de octubre la cantidad de préstamos subió a 2.303.351.

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