“Francia me dio lo que no quiero ser y Australia, lo que quiero ser como entrenador”
Entrenó en ambos países desde 2011. Y dice: “Me impactó y me encantó la cultura del rugby australiano”.
Después de deambular durante 18 años en el exterior, Mario Ledesma luce reflexivo, profundo y sensato. Además de admitir que se siente mejor persona y entrenador, el nuevo responsable de Jaguares, la franquicia argentina que en 2018 iniciará su tercera travesía en el Super Rugby, confesó: “La experiencia en Francia me dio lo que no quiero ser y Australia, lo que quiero ser como entrenador”. Ledesma se refirió así a la notable diferencia en lo “humano” del rugby del Norte con el del Sur.
Su primera experiencia como entrenador la hizo como asistente del australiano Michael Cheika en Stade Francais. De aquella época recordó y admitió: “En Francia todo está basado en el resultado. Por eso hay tipos que entrenan al equipo tres fechas y los echan porque si pierden, chau. Todo gira alrededor de eso. Hasta en el propio entrenamiento. En vez de intentar mejorar las destrezas de cada jugador o o cómo mejorar al equipo, sólo piensan en cómo llevarse una victoria el fin de semana”.
Un punto aparte hizo Mario Ledesma en esa característica: lo que se busca en Francia es potenciar la dificultad ajena. “Allá ven que si la debilidad del rival pasa por el maul, por ejemplo, el entrenador va a preparar para ese partido 150 jugadas de maul”, ejemplificó el dueño de 84 partidos y tres tries apoyados con la camiseta de Los Pumas entre 1996 y 2011.
Después de vivir en esa cultura y de repasarla, Ledesma hizo una pausa y pensó en voz alta: “Si el jugador entonces no se lleva nada del entrenamiento yo tampoco me llevo nada. Si no les dejo nada a ellos no es divertido entrenar. Porque lo lindo es eso: ver que tus jugadores progresan, que mejoran día a día”.
El cambio llegó cuando su “además de jefe, amigo”, Michael Cheika, lo mudó al Sur del mundo, a Australia. “El trata que los pibes mejoren en cada entrenamiento. Pero no sólo como jugadores, sino como seres humanos. Cheika busca que se realicen como personas y le da mucha importancia a la identidad y a la cultura del país”, explicó el ex hooker en comparación con el rugby francés que, según contó, “es un mix de culturas donde a nadie le importa si un fijiano o un tongo se adapta al país”.
Su admiración pasa por el entrenador de Australia, pero también por la calidad del rugby de ese país. Y Ledesma sabe que es así cómo él también siente al deporte. “Me impactó y me encantó la cultura del rugby australiano. Allí empecé a descubrir lo que es realmente entrenar: la empatía, la tolerancia, la humildad, entender al jugador y que los tipos que se mandan macanas no lo hacen porque tienen ganas de hacerlas; entender que el tipo no se lesiona a propósito, por ejemplo. Entonces ahí llegaron las preguntas desde otro lado. ¿Qué nos falta a nosotros, los entrenadores, que no logramos que el jugador se motive? ¿Qué tenemos que hacer para generar compromiso y que el jugador se enganche?”, afirmó y se preguntó.
Si bien aclaró que esa fue sólo su experiencia y que otros entrenadores pudieron haber vivido aspectos diferentes, Mario Ledesma expuso una idea final en la que apareció lo más puro y genuino del rugby argentino. “Jugué hasta los 27 años en Curupaytí. En esa época jugábamos los sábados en Los Pumas y los domingos en el club. Esa formación, esa manera de sentir y vivir el rugby, por suerte, nunca se me fue”, explicó.
Esa idiosincrasia es la que intentará sumarle Ledesma a la franquicia local desde el primer entrenamiento a principios de enero. Con el plus de su paso por Australia, claro. ■
‘Juani’ siempre piensa primero en el equipo. Se recupera mejor que nadie, se cuida con las comidas, descansa y estudia todo más que ninguno. Está atento a todo”.
‘Legui’ trabaja tanto que genera una competencia interna que es buenísima. Ojalá todos lo sintieran así. El predica con el ejemplo”.