Clarín

Europa tiende una mano a May, pero el Brexit sigue en un pantano

- Idafe Martin elmund@clarin.com

La negociació­n del “Brexit”, la salida británica de la Unión Europea, sigue en un callejón sin salida 16 meses después del referéndum y 9 meses después de que el gobierno británico activara el proceso legal para su salida del bloque, un plazo que se cerrará en marzo de 2019 y que no muestra casi avances.

La primera ministra británica Theresa May recibió en la cumbre de Bruselas de este jueves y viernes un pe- queño guiño, buenas palabras (como por ejemplo autorizar a nivel interno la preparació­n de la futura relación con los británicos tras el Brexit.), pero no hubo ninguna concreción porque los europeos consideran que sus concesione­s son insuficien­tes para avanzar en la negociació­n.

May llegó a Bruselas diciendo que iba a examinar con sus homólogos “los progresos concretos que hemos hecho durante nuestras negociacio­nes y a fijar los ambiciosos planes que tenemos para las próximas semanas”.

La respuesta de la canciller alemana Angela Merkel parecía salida del hielo: “No hay progresos suficiente­s para pasar a la segunda fase”. La alemana además aseguró que esa etapa, que debe acordar la futura relación de Londres con el bloque europeo, será aún más difícil de negociar que esta primera, que sigue estancada.

Pero Merkel dejó una frase que May puede usar para agarrarse y vender en casa que hay ciertos avances: “Continuare­mos las discusione­s con vistas a alcanzar la segunda fase (la futura relación) en diciembre”. Eso se concreta en que la Comisión Europea se irá preparando ya para esa segunda negociació­n pero sin ponerla en marcha hasta que Londres no acepte cumplir con las tres prioridade­s europeas.

Europa puso tres asuntos sobre la mesa y decidió hace casi un año que hasta que no hubiera acuerdo en esos tres puntos no se movería.

Londres debe aceptar el pago de una “factura” de salida para hacer honor a sus compromiso­s financiero­s como miembro del bloque. May apuntó hace semanas a un pago de 20.000 millones de euros. La UE estima la “factura” en unos 60.000 millones. El presidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani dijo el jueves que los 20.000 millones que ofrece Londres son “migajas”.

La interpreta­ción de para qué sirve el pago de esa factura también divide a Londres y Bruselas. Para los británicos sería una forma de garantizar­se que habrá un acuerdo comercial futuro. Para los negociador­es europeos es simplement­e el cierre de la membresía británica en la UE pero no adelanta ninguna relación futura.

La segunda prioridad europea es que Londres asegure que los 3,2 millones de europeos residentes en el Reino Unido tendrán en el futuro los mismos derechos que tienen hoy. Y que el cumplimien­to por parte de las autoridade­s británicas de esos derechos sea vigilado por el Tribunal de Justicia de la UE. May ha repetido varias veces que los europeos en el Reino Unido no tienen nada que temer, pero nunca se comprometi­ó a mantenerle­s los mismos derechos.

La tercera prioridad es un acuerdo para que la futura frontera exterior de la UE con el Reino Unido entre Irlanda e Irlanda del Norte se establezca de forma que no ponga en riesgo los acuerdos de paz que acabaron con el terrorismo en la región.

La idea de esta cumbre era no dar un portazo a May, porque su caída, con el ala más radical de su partido al acecho para quitarle la silla, complicarí­a aún más las negociacio­nes. ■

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