Presionado, Temer pidió revisar un decreto que favorece el trabajo esclavo
La resolución adoptada por el gobierno alteraba la definición de esclavitud laboral. Y desató fuerte polémica.
En pleno siglo XXI, en Brasil continúa la polémica sobre cómo definir el trabajo esclavo. Una medida adoptada por el ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira, “alteró” las definiciones de esclavitud laboral y “puso en riesgo”, según fiscales y especialistas en el tema, el rescate de personas explotadas en condiciones análogas a esas condiciones. Tal vez por eso, el presidente Michel Temer llamó a su funcionario y le pidió “revisar” esa resolución conflictiva. Publicada el lunes último en el Diario Oficial brasileño, provocó de inmediato un rechazo social y político generalizado.
Todavía no está claro en qué consiste la rectificación. Pero según le indicaron a esta corresponsal en el Palacio del Planalto, el ministro Nogueira deberá “incorporar” sugerencias realizadas por la flamante procuradora general Raquel Dodge. Su idea es que la cuestionada resolución incluya, en un párrafo, la creación de la Comisaría Especializada en trabajo esclavo, que actuaría bajo la esfera del ministerio de Justicia. Clarín preguntó que se hará con uno de los capítulos de la nueva norma que redefine la esclavitud como “restricciones a la libertad de desplazamiento” de los trabajadores. Esa reformulación, según los expertos, hace retroceder el país a los albores del siglo XIX. Es que Brasil se libró de la esclavitud muy tardíamente: el 13 de mayo de 1888. Por ese entonces, ya hacía 75 años que Argentina había liberado a los afrodescendientes y las comunidades nativas de “cadenas y grilletes”.
Las dificultades brasileñas para poner fin a ese tipo de sometimientos a ciudadanos propios y extranjeros perduraron hasta fines del siglo XX. En los edificios de San Pablo pueden verse todavía las placas que informan a los propietarios de una resolución de 1996, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Allí reza: “No podrán discriminarse el uso de ascensores ni por raza ni por condición social”. Hasta entonces, solo los “blancos” y “ricos” tenían derecho a usar el “elevador social”. Es precisamente esta historia la que complicó al ministro Nogueira. Dicen que él atendió, con la reglamentación a ser reformada, los reclamos del sector agropecuario. Es precisamente en el campo donde se verifican, aún, la mayoría de los casos de trabajo forzado. ■