“La preocupación ahora es la desnutrición, pero no morirse de hambre”
Informalidad. Los mercados ilegales permiten a mucha gente sobrevivir en Corea del Norte, dice Byung-Yeon Kim. Y remarca la gran desigualdad.
“Cosméticos, utensilios de cocina, helados y arroceras... Hoy prácticamente se puede comprar cualquier cosa en Corea del Norte. Es una economía más o menos abierta: si los mercados demandan algo, los importadores lo traen de China”. Especialista en el régimen económico de Pyongyang, el surcoreano Byung-Yeon Kim es también un derribador de mitos sobre uno de los últimos países de economía socialista. “Hay hasta teléfonos celulares pero están controlados, por eso los que pueden hacerlo compran celulares de China y usan las redes de telefonía chinas. En Corea del Sur muchos llaman a Corea del Norte usando estas redes chinas”.
- Junto a los legales, usted ha subrayado el crecimiento de mercados informales tolerados por el gobierno, ¿por qué no regularlos en vez de hacer la vista gorda ?
- En una economía socialista basada en la planificación central, cualquier tipo de actividad de mercado debería ser ilegal. En ese sentido, todos los mercados de Corea del Norte son ilegales. Pero otra definición es la que considera ilegales sólo a los que no pagan impuestos. En la Unión Soviética también había este tipo de mercados informales pero en Corea del Norte el fenómeno es mucho más importante: representan entre el 70 o el 90% del ingreso total, frente a menos de 20% en la Unión Soviética. Los valores en que se basan los mercados son contradictorios con los del socialismo y pueden socavar el control que ejercen las autoridades sobre la gente. Sean o no legales, los mercados son peligrosos desde el momento en que sus participantes entiendan que el capitalismo es bueno, porque les permite sobrevivir, y el socialismo es ma- lo, por lo contrario.
- Entre 1994 y 1998 millones de norcoreanos murieron literalmente de hambre, ¿es algo del pasado o podría volver a ocurrir?
- La preocupación ahora es la desnutrición por la mala alimentación pero no morirse de hambre. Por supuesto que hay gente sin casa y que esas personas pueden estar pasando hambre severa, pero no es algo mayoritario. La desnutrición es visible con una simple comparación con Corea del Sur: en promedio, los norcoreanos miden seis o siete centímetros menos. Pero eso también está cambiando ahora gracias al crecimiento de su economía.
- ¿Ha aumentado la desigualdad con la introducción de los mercados?
- De los aproximadamente treinta mil refugiados norcoreanos que hay viviendo en Corea del Sur, yo he investigado unos dos mil casos y he encontrado mucha desigualdad en los ingresos. A partir de las entrevistas a estos refugiados, mi estimación del coeficiente de Gini da casi 0,6, un valor más alto que para América Latina (los valores del coeficiente de Gini oscilan entre 0, igualdad total; y 1, desigualdad máxima). La norcoreana es una sociedad extremadamente desigual: mientras algunos reciben inmensos beneficios por los mercados, el comercio exterior, los abusos de poder y las coimas; otras personas tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes.
- ¿Vivir en un país socialista y sufrir esos niveles de desigualdad no enfurece a sus habitantes?
- El sistema de control en Corea del Norte está muy bien desarrollado, mucho más que en la etapa estalinista de la Unión Soviética. Si la gente está llena de furia no puede expresarlo públicamente. Si dicen algo en público pueden ser arrestados, encarcelados o hasta ejecutados. ■