“Acepté la Reparación Histórica de buena fe, pero no todo es así ...”
Señor Presidente de la Nación, soy jubilada, no uso Twitter y vivo en una propiedad horizontal, en estas condiciones es muy difícil que usted y yo podamos conversar. De todos modos, tengo la esperanza que algún colaborador lea estas líneas y le haga llegar mis inquietudes, que en realidad van dirigidas a los directores de la ANSeS y la AFIP.
Soy argentina y el único “ismo” al que adhiero es al “patrio”, por eso, jamás pensé en hacerle juicio al Estado por mi haber jubilatorio. Sin embargo, llevada por la publicidad supe que era una de las beneficiarias de la Reparación Histórica y lo acepté de buena fe. Pero no todo es lo que parece, sobre todo lo que muestra la publicidad que a esta altura se ha convertido en “engañosa”. Comencé el trámite en abril de 2017 y me dijeron que cobraba en 90 días, (que ya vencieron). Hasta septiembre estaba todo bien y no sabían decirme porqué no cobraba, pero en octubre cambió radicalmente la historia. En efecto, según me informaron, debido a modificaciones internas en la ANSeS, me pasan a un grupo y me desafectan del que estaba (me dan de baja y debo aceptar nuevamente la propuesta). Esto es engañoso, dilatorio y como mínimo irregular y desprolijo, ya que hay personas con un haber mayor que cobraron y otras que no aceptaron la propuesta y también cobraron. Siempre respeté al Estado, y lo menos que puedo reclamar es el mismo respeto, y para eso es necesario darle a la palabra el valor que debe tener, y las instituciones deben ser en el trato con los ciudadanos, responsables, eficientes y transparentes. De otra manera da la sensación de que todo cambia para que nada cambie, y siento que estoy viviendo un deja vú, que juegan con nuestras expectativas y nuestras necesidades.
Lo único que puedo rescatar es la atención recibida por parte del personal de planta de la UDAI Centro, quienes con infinita paciencia tratan de contenernos y explicarnos lo inexplicable. Sería bueno que algún funcionario, empezando por los directores, se hicieran presentes para hablar con nosotros como usted, señor Presidente, lo hace en campaña. No hace falta tocar timbre, nos pueden ver a todos y verificar la problemática de cada uno, sólo es necesario tener la intención.
Con respecto a la AFIP, el tema es diferente. He podido comprobar que el que se enoja pierde, aunque el enojo sea la consecuencia de la ineficiencia y mala atención por parte del personal de la Dirección General Centro II por el tratamiento dado a mi solicitud de devolución s/RG3420/12. Agradezco a Clarín ser el medio que nos permite llegar a ustedes.