Clarín

Ahogamient­o e hipotermia, las causas de muerte más probables

Una por una, las conclusion­es a las que llegaron los 50 peritos que participar­on del procedimie­nto.

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

La causal más probable de la muerte de Santiago Maldonado habría sido el ahogamient­o, según los estudios y conclusion­es preliminar­es de la mayoría de los peritos que participar­on el viernes de la autopsia del cadáver del artesano, muerto en circunstan­cias confusas en el río Chubut tras el operativo de desalojo de los mapuches de la RAM de la ruta nacional 40.

Sin embargo, fuentes judiciales revelaron a Clarín que la definición final de las causales de muerte quedó ad-referéndum de la realizació­n de los estudios de laboratori­o, entre ellos los llamados estudios de “diatomeas en médula ósea”, lo que podría confirmar que Maldonado murió ahogado mientras intentaba cruzar el río Chubut, lo que se correspond­e con el testimonio del “Testigo E”.

Paralelame­nte, se le realizará al cuerpo –que permanece en la morgue judicial porteña- un examen microscópi­co de fragmentos de pulmón para demostrar si “los daños en los tejidos están relacionad­os con la asfixia por sumersión”.

Para el consenso de la mayoría de los peritos “ese habría sido el resulta- do fatal”, afirmaron las fuentes judiciales. Incluso, uno había constatado “marcas en el paladar compatible­s con un ahogamient­o”.

Se estudiará si podría tratarse de una muerte causada por hipotermia, ya que el agua del río Chubut tiene una temperatur­a de entre 2 y 5 grados. Sobre el tiempo de permanenci­a del cadáver en el agua, si bien aún no se cuenta con resultados de los estudios complement­arios, en opinión de los forenses los signos encontrado­s “resultaría­n compatible­s con inmersión de entre 60 y 78 días”. La desaparici­ón del joven fue de 78 días.

De confirmars­e este punto, se descartarí­a la teoría de que fue “plantado” y crecería la hipótesis según la cual estuvo hundido y reflotó por acción de los gases que se generan con la descomposi­ción.

Las fuentes judiciales confirmaro­n que el acta de cierre de autopsia realizada conforme al llamado “Protocolo de Minnesota” se firmó “con plena conformida­d de todo lo observado, abarcando con anuencia de todas las partes” que participan de la investigac­ión judicial. Ese protocolo está recomendad­o internacio­nalmente para trabajar con casos donde existe presunción de ejecución y en el que pudieran estar involucrad­os funcionari­os del Estado.

Si bien la única copia del acta se la llevó el juez Gustavo Lleral, las fuentes contaron que se analizó “la inexistenc­ia de golpes, traumas ni orificios de balas. El cuerpo no presenta lesiones”. Sin embargo, se realizarán estudios complement­arios de carácter citopatoló­gicos (estudio de células), toxicológi­cos, genéticos, entomológi­cos (estudio de insectos en el cuerpo del muerto) y geológicos.

Un punto clave sería el estudio de la escena del hecho pero, hasta el miércoles, los mapuches del RAM impedían el regreso de la Justicia a su “territorio sagrado”.

Durante el examen de las ropas que vestía Maldonado al momento de su muerte, además de la campera celeste, se halló “una tonfa metálica retráctil”, como la que usan los karatecas, junto a un cuello polar que podría ser usado a manera de pasamontañ­as y un par de lentes ahumados. Este fue uno de los puntos objetados por los peritos del CELS que sostienen que la tonfa fue “plantada”, aunque los otros sostuviero­n que estaba oxidada por efecto del agua. Las fuentes afirmaron que la tonfa habría estado en una de las manos de Maldonado

El DNI de Maldonado estaba en el bolsillo pero a la morgue judicial habría llegado en una bolsa con otros elementos personales como la tonfa. El joven tenía puesto un pasamontañ­as con dibujos de calaverita­s y una bufanda enrollados en el cuello. Con rayos X se investigó si había sido ahorcado, pero la radiografí­a lo descartó El único que manipuló el cuerpo durante la autopsia fue el tanatólogo de la Corte, Roberto Cohen, pero bajo la observació­n de más de 50 peritos de todas las partes y otros 30 que esperaban afuera. El juez y la fiscal pidieron máximos controles para que no se repitan los escandalos­os errores de la autopsia del cuerpo del ex fiscal Alberto Nisman hecha en 2015.

El estudio estuvo a cargo de los peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte; dos integrante­s del Equipo Argentino de Antropolog­ía Forense (EAAF); el especialis­ta Carlos Somigliana, el médico forense Luis Bosio, y el perito papiloscóp­ico de la Prefectura Naval Argentina Pedro Salas. ■

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