Ahogamiento e hipotermia, las causas de muerte más probables
Una por una, las conclusiones a las que llegaron los 50 peritos que participaron del procedimiento.
La causal más probable de la muerte de Santiago Maldonado habría sido el ahogamiento, según los estudios y conclusiones preliminares de la mayoría de los peritos que participaron el viernes de la autopsia del cadáver del artesano, muerto en circunstancias confusas en el río Chubut tras el operativo de desalojo de los mapuches de la RAM de la ruta nacional 40.
Sin embargo, fuentes judiciales revelaron a Clarín que la definición final de las causales de muerte quedó ad-referéndum de la realización de los estudios de laboratorio, entre ellos los llamados estudios de “diatomeas en médula ósea”, lo que podría confirmar que Maldonado murió ahogado mientras intentaba cruzar el río Chubut, lo que se corresponde con el testimonio del “Testigo E”.
Paralelamente, se le realizará al cuerpo –que permanece en la morgue judicial porteña- un examen microscópico de fragmentos de pulmón para demostrar si “los daños en los tejidos están relacionados con la asfixia por sumersión”.
Para el consenso de la mayoría de los peritos “ese habría sido el resulta- do fatal”, afirmaron las fuentes judiciales. Incluso, uno había constatado “marcas en el paladar compatibles con un ahogamiento”.
Se estudiará si podría tratarse de una muerte causada por hipotermia, ya que el agua del río Chubut tiene una temperatura de entre 2 y 5 grados. Sobre el tiempo de permanencia del cadáver en el agua, si bien aún no se cuenta con resultados de los estudios complementarios, en opinión de los forenses los signos encontrados “resultarían compatibles con inmersión de entre 60 y 78 días”. La desaparición del joven fue de 78 días.
De confirmarse este punto, se descartaría la teoría de que fue “plantado” y crecería la hipótesis según la cual estuvo hundido y reflotó por acción de los gases que se generan con la descomposición.
Las fuentes judiciales confirmaron que el acta de cierre de autopsia realizada conforme al llamado “Protocolo de Minnesota” se firmó “con plena conformidad de todo lo observado, abarcando con anuencia de todas las partes” que participan de la investigación judicial. Ese protocolo está recomendado internacionalmente para trabajar con casos donde existe presunción de ejecución y en el que pudieran estar involucrados funcionarios del Estado.
Si bien la única copia del acta se la llevó el juez Gustavo Lleral, las fuentes contaron que se analizó “la inexistencia de golpes, traumas ni orificios de balas. El cuerpo no presenta lesiones”. Sin embargo, se realizarán estudios complementarios de carácter citopatológicos (estudio de células), toxicológicos, genéticos, entomológicos (estudio de insectos en el cuerpo del muerto) y geológicos.
Un punto clave sería el estudio de la escena del hecho pero, hasta el miércoles, los mapuches del RAM impedían el regreso de la Justicia a su “territorio sagrado”.
Durante el examen de las ropas que vestía Maldonado al momento de su muerte, además de la campera celeste, se halló “una tonfa metálica retráctil”, como la que usan los karatecas, junto a un cuello polar que podría ser usado a manera de pasamontañas y un par de lentes ahumados. Este fue uno de los puntos objetados por los peritos del CELS que sostienen que la tonfa fue “plantada”, aunque los otros sostuvieron que estaba oxidada por efecto del agua. Las fuentes afirmaron que la tonfa habría estado en una de las manos de Maldonado
El DNI de Maldonado estaba en el bolsillo pero a la morgue judicial habría llegado en una bolsa con otros elementos personales como la tonfa. El joven tenía puesto un pasamontañas con dibujos de calaveritas y una bufanda enrollados en el cuello. Con rayos X se investigó si había sido ahorcado, pero la radiografía lo descartó El único que manipuló el cuerpo durante la autopsia fue el tanatólogo de la Corte, Roberto Cohen, pero bajo la observación de más de 50 peritos de todas las partes y otros 30 que esperaban afuera. El juez y la fiscal pidieron máximos controles para que no se repitan los escandalosos errores de la autopsia del cuerpo del ex fiscal Alberto Nisman hecha en 2015.
El estudio estuvo a cargo de los peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte; dos integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF); el especialista Carlos Somigliana, el médico forense Luis Bosio, y el perito papiloscópico de la Prefectura Naval Argentina Pedro Salas. ■