Con una marcha, el líder catalán advirtió que no permitirá su destitución
Carles Puigdemont dijo que convocará al Congreso local para decidir la respuesta a Madrid.
El “president de la Generalitat”, Carles Puigdemont, que será destituido con todo su gobierno si el Senado aprueba el próximo viernes la propuesta de Mariano Rajoy, advirtió ayer que la activación del articulo 155 de la Constitución de intervención en la región es un “ataque contra Cataluña, su libertad y su independencia”. Después de haber encabezado una marcha multitudinaria en Barcelona, sostuvo que no permitirá “este ataque, la humillación que se preten- de”.
Para elaborar un plan de contraofensiva y “actuar en consecuencia” el titular del ejecutivo catalán dijo que convocará al parlamento local aunque no detalló ninguna de las medidas que se puedan acordar. Tampoco aclaró sus acciones los próximos días mientras la intervención de la Generalitat y el Parlamento no sea efectiva por la aprobación del Senad, que se espera recién para el viernes 27 de octubre próximo.
Puigdemont consideró la ofensiva de Madrid como el “peor ataque” a las instituciones catalanas desde la disolución de la Generalitat por el dictador Francisco Franco, y ha acusado al Estado de tener un “propósito liquidador”. Habló en castellano “para todos los demócratas españoles” y en inglés a las instituciones europeas. El mandatario defendió la posición radical que han adoptado en la región: “Decidir democráticamente el futuro de una nación no es un deli- to”, proclamó.
“Quienes menospreciaron la voluntad de los catalanes son los que hoy nos quieren gobernar. Nos hemos de conjurar para defender nuestras instituciones, cargados de dignidad y de razones”, añadió. “No podemos aceptar este ataque. El Gobierno español se ha situado fuera del Es- tado de derecho”. Remarcó que “es un retroceso monumental de la democracia”.
“Las agresiones ocultan la falta de voluntad política del Estado. La Generalitat no es una institución que naciese con la Constitución, por lo que ninguna decisión de ningún Go- bierno puede borrar este pasado”, afirmó. Añadió que “el Gobierno español se ha autoproclamado ilegítimamente responsable del gobierno de Catalunya. El Estado ha liquidado el autogobierno y la voluntad democrática de los catalanes. Lo que los catalanes ganamos en las urnas, el Estado nos lo ha quitado en los despachos”.
El “president” y sus consejeros (ministros) del gobierno se dieron un baño de multitudes cuando acudieron, y fueron atronadoramente aplaudidos, a un acto en el que participaron, se afirma, más de 400.000 personas El objetivo era defender a los presidentes de la Asociación Nacional de Cataluña, Jordi Sánchez, y de Omniu Cultural, Jordi Cuixart que fueron detenidos preventivamente por una juez madrileña.
Cuando finalizó la demostración la multitud permaneció reunida y muchos se trasladaron a la Plaza de San Jaume, ante el Palau de la Generalitat para escuchar sendos mensajes de la titular del Parlamento, Carmen Forcadell (ver en esta página), de gran popularidad, y de Puigdemont.
Mientras tanto crecen las polémicas internas entre los independentistas sobre la Declaración de Independencia en forma de República que Puigdemont ha venido postergando desde el 11 de octubre pasado. Mañana lunes tiene que reunirse la Mesa del Parlamento para tratar la convocatoria de una sesión para que Puigdemont efectúe la declaración.
En principio, las exigencias a favor de la secesión han recrudecido desde la decisión de Rajoy de ordenar la intervención. Hasta ahora no existe certeza de que la declaración de secesión se realice el miércoles o el jueves próximo como lo exigen los grupos más radicales antisistema de la Candidatura Unidad Popular y las otras organizaciones como Esquerra Republicana que es socio del gobierno que encabeza Puigdemont. Tampoco se descarta la posibilidad de que el presidente intente maniobrar para retomar la iniciativa y vaya adelante con su propia convocatoria de elecciones anticipadas.
Para evitar acciones jurídicas del gobierno central el formato de la sesión podría presentarse como un Debate de Política General o como un Debate monográfico, cuidando de no mencionar en ningún caso la palabra “independencia”. ■
“No podemos aceptar este ataque, la humillación que se pretende” (Puigdemont)