Massa sacó menos votos que en las PASO y perdió por primera vez en Tigre
Felicitó a Macri y dijo que serán una “oposición franca”. Le pidió al Gobierno que no sean “soberbios”.
A las 10 de la noche, en un búnker con caras largas pero sin sorpresas frente a una caída anunciada, Sergio Massa felicitó al presidente Mauricio Macri y a Cambiemos por su triunfo pero advirtió que “el voto de la gente no es un cheque en blanco, es un mandato. Lo digo desde el lugar de haber aprendido de los errores de la soberbia, que no se ensoberbezcan”.
“En nosotros van a tener una leal y franca oposición. Vamos a ser fieles guardianes de la defensa de los trabajadores, los jubilados y la clase media”, sostuvo Massa, quien reconoció que Cambiemos también le ga- nó en su pago chico, Tigre, luego de que en las primarias él lograra imponerse apenas por décimas.
En el búnker montado en el estadio Pipa, pegado al Casino y muy próximo al Mercado de Frutos, Massa empezó diciendo que se trató de una elección “cruzada por peleas” y “lastimada por la desaparición de un joven, Santiago Maldonado”. Reclamó dejar atrás “la discusión política y resolver las deudas con nuestra sociedad. Vamos a seguir trabajando en esta idea de darle a la Argentina una oposición seria y responsable con capacidad de poner límites y controlar”, definió. Y sin nombrar al kirchnerismo se diferenció que “no tenemos nada que ver con los que están en el camino de la destrucción. Queremos el progreso para la Argentina”.
A su lado se sentó Margarita Stolbizer, su socia electoral en 1País y compañera en el binomio para senadores, y muy cerca Felipe Solá, diputado reelecto en una cosecha amarga de cuatro bancas en la Provincia, según las proyecciones, cuando en el Frente Renovador vencen 12 mandatos en diciembre. Cerca de Massa sin embargo destacaban como dato positivo que haya sido el peronista no K individualmente más votado, un señalamiento que mostró hacia dónde busca posicionarse. Detrás de Solá se aseguraban un nuevo mandato Mirta Tundis y el empresario José Ignacio de Mendiguren, y también entró a Diputados Daniel Arroyo, referente en temas sociales.
En sus felicitaciones a los ganadores nombró también a la gobernado- ra María Eugenia Vidal y a Esteban Bullrich. A esa hora que se seguían contando votos, señaló que su rival de Cambiemos había obtenido “un triunfo contundente”. Allí fue que reconoció la derrota para él dolorosa en Tigre, la primera desde que ganó el municipio en 2007, hoy en manos del massista Julio Zamora.
En el búnker hubo unos trescientos militantes y funcionarios ligados al municipio. "Quiero felicitar a quienes en Tigre nos ganaron y decirle a todos que se queden tranquilos que mañana con el mismo empeño vamos a seguir transformando la realidad de nuestra casa, es lo que nos permite mostrar en chiquito lo que queremos en grande para la Argentina", le habló a su pago chico.
Quedar en pie ante el vendaval de la polarización y sobre todo, de la “ola amarilla” que le succionó los apoyos de antaño, era el objetivo de Massa en estas elecciones. Tratar de fidelizar los 15 puntos de las PASO, para evitar una caída mayor. La catástrofe hubiese sido bajar “a un dígito”, 9 puntos como aterrorizaron al massismo en un momento de la campaña ciertas encuestas. Pero los 11 puntos de la lista de diputados -décimas más para Massa- dejaron sabor a frustración. Ya se había visto en las primarias, la "sinergia" con Stolbizer, que empezó a tejerse en un acuerdo parlamentario en 2016, tampoco funcionó electoralmente.
Lo que se vendría en Diputados ahora es la conformación de un nuevo amplio interbloque del peronismo y sus aliados, sin los K. El massismo - ya sin Massa, que vence su mandato en diciembre- podría sumarse, aunque Massa expresó prevenciones. Excluye del armado al Kirchnerismo.