Clarín

Una polarizaci­ón particular, con récord de Carrió y festejo de Larreta

Presente y futuro. Entre el macrismo y los K superaron el 70%, pero con la oposición lejos. La líder de la Coalición allanó el camino para la reelección del jefe porteño.

- Eduardo Paladini epaladini@clarin.com

Hace apenas cinco días, Elisa Carrió vivía una de sus noches más complejas dentro de la alianza Cambiemos. Frente a los Leuco, padre y changuito, decía una (otra) frase desafortun­ada sobre la desaparici­ón/muerte de Santiago Maldonado. Improvisab­a una liviana comparació­n entre el estado del cuerpo del joven tatuador y el mito del congelamie­nto de Walt Disney. Cuando fueron al corte, un asesor le avisó sobre el impacto negativo en las redes sociales. Entonces, la diputada/estrella/candidata decidió suspender su aparición prevista para los siguientes días en dos programas de TV. Consideró que no tenía nada para aportar. Ni sobre el caso que conmociona­ba al país ni sobre la campaña. En el mismo estudio, cerca de ella, Sergio Massa reclamaba ansioso porque no le daban aire. A las pocas horas, luego de que la cuñada del artesano descargara en conferenci­a su furia contra Carrió, ella acep- taba el consejo de uno de sus laderos y daba el OK para unos tuits de disculpas a la familia. Desde entonces, entró en un prudente silencio, mientras crecía una duda: ¿cuánto impactaría­n los deslices en la impresiona­nte intención de voto que auguraban las encuestas? Por lo que se vio anoche, poco.

Con una elección arriba de los 50 puntos, Carrió volvió a marcar un récord en el distrito. Fue su mejor performanc­e en la Ciudad, donde ya fue escrutada una decena de veces como postulante a diputada o presidenta. Hizo la mejor elección intermedia para un candidato macrista, desde que el propio Mauricio Macri se presentó para diputado en 2005.

La señal de esta jornada histórica, paradójica­mente, se la anticipó ayer a la tarde el mismísimo presidente en su Quinta Los Abrojos. Como en las PASO, la aliada VIP de Cambiemos se acercó allí, esta vez para compartir un café. Eligió no almorzar.

Con ese adelanto, que confirmaba el furioso antikirchn­erismo porteño, comparable con la provincia de Córdoba o grandes ciudades bonaerense­s, Carrió fue al departamen­to de su hija en Barrio Norte. Allí volvió a intercambi­ar datos con sus laderos Fernando Sánchez y Maximilian­o Ferraro, y con quien tenía una relación complicada y hoy convive armoniosam­ente dentro del oficialism­o porteño, Diego Santilli.

Dolida por la reacción de algunos aliados -lo que derivó en un tuit quejoso contra el “mundo de la política-, Carrió se refugió estos días en su su círculo más cercano. El viernes también se aceró a saludar a su amiga y aliada Mariana Zuvic, quien cumplía años. Aprovechó para intercambi­ar algunos conceptos con el peronista Julio Bárbaro, uno de los “externos” invitados.

Las dudas se renovaban anoche. ¿Qué hará la diputada con este im- presionant­e envión que le dieron las urnas? ¿Cambiará algo? “Yo no paro”, resumió cuando la consultó ayer su mesa chica. ¿Cómo debe traducirse esto?, indagó Clarín. “Seguirá con su presión sobre (Ricardo) Lorenzetti (el titular de la Corte), con sus denuncias por narcotráfi­co en la hidrovía con Paraguay, que involucra a empresas vinculadas con Aníbal Fernán- dez, y también con De Vido”.

Carrió, en principio, combinará aparicione­s televisiva­s con su agenda legislativ­a. Lunes y miércoles tiene cita en TN. “¿Miércoles también? Ese día es la sesión por De Vido, Lilita?”, la alertaron en su equipo para definir rutinas. La jefa los sorprendió: “De Vido renuncia antes. No creo que tengamos sesión. Veremos”.

La euforia con desahogo que rodea- ba ayer a Carrió era festejo sin manchas y con proyección para Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño fue el principal impulsor de la candidatur­a de Carrió en la Ciudad. La historia es conocida: el intendente encontró (y acertó) en Lilita un tapón para las aspiracion­es locales de Martín Lousteau. No pudo haberle salido mejor. El ex embajador en Estados Unidos quedó tercero, debajo del perdedor récord del distrito, Daniel Filmus. El postulante K acumuló su novena derrota seguida en la Capital desde que se presentó contra Macri para disputarle la intendenci­a en 2007. Consuelo: sigue siendo el menos malo de los peronistas.

Pese al resultado de las PASO, que anticipaba la rotunda victoria de anoche, la preocupaci­ón de Larreta se reflejó hasta el límite de la veda. Encargó (o al menos dejó correr) una encuesta en la que se consultaba a los porteños, telefónica­mente, cómo votarían un eventual balotaje contra Lousteau en 2019.

El jefe de Gobierno, una de las piezas centrales del oficialism­o debajo de Macri -junto con Marcos Peña y María Eugenia Vidal-, parece tener el camino allanado. Experiment­ado en estas batallas, segurament­e evitará en público hablar de su futuro electoral. Incluso ya bajó línea en privado: el sábado a la mañana, a sólo horas del comicio, organizó reuniones de gestión con su equipo. Dejó instruccio­nes y se fue a almorzar. Le encanta la fama de gestor incansable que lo rodea. Mal no le fue.

Con números diferentes a los de la Provincia, la Ciudad también fue otra muestra de la polarizaci­ón: entre el macrismo y los K superaron los 70 puntos. Al menos por ahora, no parece haber lugar para terceras posiciones. ■

La candidata oficialist­a venía golpeada por sus defincione­s sobre el caso Maldonado. Y se guardó.

Con el triunfo arrasador, seguirá el embate contra Lorenzetti, Aníbal F. y De Vido. Entre otros.

 ?? EMMANUEL FERNÁNDEZ ?? Gran ganadora. Elisa Carrió, anoche, en el búnker de Cambiemos en Costa Salguero. Festejó junto a Larreta. Más temprano, lo había visto a Macri.
EMMANUEL FERNÁNDEZ Gran ganadora. Elisa Carrió, anoche, en el búnker de Cambiemos en Costa Salguero. Festejó junto a Larreta. Más temprano, lo había visto a Macri.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina