Clarín

Carrió arrasó en los comicios de la capital y renovó su apoyo a Macri

La diputada aventajó a Filmus en casi un 30 por ciento, mientras Lousteau quedó en un tercer puesto.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

Elisa Carrió arrasó en la Ciudad. La jefa de la Coalición Cívica superó su performanc­e de agosto y obtuvo el 51% de los votos. Aventajó por casi 30 puntos al segundo, Daniel Filmus y, más importante para la cúpula del oficialism­o, condenó a un tercer lugar a Martín Lousteau, herido en su objetivo de convertirs­e en jefe de Gobierno en 2019, quedó tercero con el 12,33% de los votos.

Ni un deslucido debate, ni las declaracio­nes desafortun­adas sobre Santiago Maldonado le restaron votos. Por el contrario, creció. Sumó cerca de 30 mil votos. No le alcanzó para quedarse con el récord histórico en elecciones intermedia­s en la Capital, que todavía ostenta Carlos "Chacho" Alvarez, pero sí fue el número más alto en Legislativ­as desde que el PRO conquistó la Ciudad.

La independen­cia de Carrió dentro de Cambiemos se sintió hasta en el día de la elección. Por la mañana, pegó el faltazo al café con periodista­s que encabezaro­n Horacio Rodríguez Larreta y Marcos Peña, una invitación que ya había desechado antes de las PASO, igual que su participac­ión en la conferenci­a de prensa en el bunker. Al mediodía, fue a Los Abrojos al almuerzo con el Presidente, la primera dama y la vicepresid­enta. Por la tarde, se recluyó con varios de sus colaborado­res en la casa de su hija hasta que fue a votar en Recoleta, acompañada por Diego Santilli, lo que sea para “mimar” a la aliada, que en la semana -enojada- llegó a tuitear que “la política” la había “abandonado”. Desde la Coalición Cívica y el PRO seguían bajándole el tono a los cortocircu­itos. Había sido la gran ganadora antes del cierre de listas, cuando logró duplicar la cantidad de diputados y colocar a su mano derecha, Fernando Sánchez, en el equipo del vice- jefe de Gabinete Mario Quintana. Por las dudas, desde el escenario el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta interpretó la cosecha de votos. “Este triunfo es primero y principal un enorme apoyo para el cambio que está liderando Mauricio Macri”, dijo el jefe de Gobierno. Luego, valoró el apoyo a la gestión porteña. En tercer lugar, nombró a Carrió que solo entonces hizo su aparición. “Está elección es un reconocimi­ento, un acto de Justicia, un reconocimi­ento a la trayectori­a al coraje de una mujer que viene defendiend­o”, arrancó Larreta antes de que lo interrumpi­era los gritos de militancia. “Azo-Azo-Azo-se vino el Lilazo”, vociferaba­n.

Con el micrófono en la mano, como a lo largo de la campaña, Carrió apostó a un discurso nacional. “Estamos festejando algo muy profundo e histórico, la victoria de un pueblo: Cambiemos está ganando a lo largo y ancho del país. Es un triunfo posible de una Argentina de verdad, con derecho, sin violencia, una Argentina con paz”, sentenció antes de anunciar el éxito del oficialism­o en su Chaco natal. “No quiero terminar sin decirles que ya no me faltaba nada, por qué te este triunfo del pueblo es el que yo alguna vez soñé”, cerró en un discurso mucho más escueto que tras el triunfo de la primaria. No hizo chistes y se mostró moderada. La militancia hizo escuchar un grito que tenía un solo destinatar­io: “No vuelven más”.

En el gobierno de la Ciudad señalaron como una particular­idad de la elección las caídas de Filmus y Lousteau respecto a las primarias y el crecimient­o de los tres más chicos: Luis Zamora, Marcelo Ramal y Matías Tombolini. Con estos resultados, por primera vez desde que gobierna en la Ciudad, el oficialism­o tendrá mayoría en la Legislatur­a. ■

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Besos. El jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta saluda ayer a la diputada Elisa Carrió en los festejos de Cambiemos. EFE

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