Clarín

Macri va por el gradualism­o acelerado

- Fernando Gonzalez fgonzalez@clarin.com

Los festejos del macrismo son breves. Apenas unos pasos de baile en las madrugadas electorale­s y a dormir para la mayoría de los ministros. Salvo los más jóvenes, que terminaron la mañana del lunes en Caix, cuando ya amanecía sobre la Costanera porteña. Pero nada en comparació­n con aquella celebració­n de los radicales en Parque Norte, cuando se llevaron en andas al entonces ministro de economía, Juan Vital Sorrouille. Corría noviembre de 1985, acababan de ganar la elección legislativ­a y los muchachos de Alfonsín cantaban entusiasma­dos que llegaban para quedarse “cien años más”. Pero el tiempo es impiadoso. La euforia duró unos meses, lo mismo que la inflación cero del Plan Austral.

“Qué suerte que llegué dos minutos tarde…, es todo el tiempo que tienen para el festejo”, les dijo Mauricio Macri ayer a sus ministros, cuando los aplausos y algún grito solitario lo recibieron en el salón de gabinete de la Casa Rosada. Y eso fue todo. Enseguida se pusieron a repasar lo que va a ser el primer acto de gobierno importante después del triunfo. El encuentro con gobernador­es, empresario­s y sindicalis­tas en el CCK, que anticipó Ignacio Zuleta en Clarín y que va a suceder el lunes próximo. La idea fue hacerlo en el hermoso auditorio cultural que Cristina bautizó como Kirchner.

¿Por qué allí justamente? El Presidente quería un lugar neutral que no mostrara a los invitados yendo al pie del Gobierno. Con una placa que aún recuerda a los malogrados Julio De Vido y José López, el CCK se ha preservado como un territorio multiparti­dario.

Ese será el escenario que alumbrará la consagraci­ón del gradualism­o como la bandera de la gestión del Frente Cambiemos. No será un gradualism­o como el de estos dos años. Pero los que apostaron al shock poselector­al perdieron otra vez. La idea de Macri es que haya una aceleració­n del gradualism­o en todas las áreas del Gobierno. Y resume ese nuevo estadio de las reformas paulatinas en cinco puntos principale­s. Para que los bendiga el establishm­ent del poder en la Argentina y muy lejos del Pacto de la Moncloa, un acta fundaciona­l que la España democrátic­a firmó hace exactament­e cuarenta años para enterrar todos los fantasmas de la dictadura de Franco.

Reforma Impositiva. Los retoques parciales a diferentes impuestos pasarán a ser una rebaja importante en los impuestos más regresivos. Macri quiere que las Pymes sean el sector más beneficiad­o de esta iniciativa.

Reforma Laboral. Ya se ha dicho que será por sectores y la aceleració­n del gradualism­o estará enfocada a un objetivo primordial. Generar una oferta amplia y abundante de empleo industrial, en blanco y bien remunerado. Uno de los flancos débiles que el insuficien­te repunte del trabajo tuvo hasta ahora.

Reforma macroeconó­mica. Va a seguir enfocada en la reducción del déficit fiscal; en el reparto más equilibrad­o de la coparticip­ación (léase mejora de la distribuci­ón para la provincia de Buenos Aires, vía fallo judicial que rehabilite el Fondo de Reparación

“Qué suerte que llegué dos minutos tarde... es el tiempo que tienen para el festejo”, saludó Macri.

Histórica para el conurbano bonaerense) y la aceleració­n de la batalla contra la inflación. “Se acabó eso de que un poco de inflación está bien, la inflación es perjudicia­l para el país y todos tenemos que trabajar para llevarla a un dígito”, explican el plan los funcionari­os del área económica.

Reforma educativa. Esta es otra batalla donde la bandera gradualist­a se va a agitar más fuerte. Los cambios en la educación van a estar regidos por un principio irrenuncia­ble: habrá pruebas de nivelación y de excelencia en todos los niveles. Es decir, la evaluación permanente va a regir tanto para los alumnos como para los maestros. Aunque ello signifique nuevos enfrentami­entos con los sindicatos docentes.

Reforma económica internacio­nal. El sesgo aperturist­a de la economía llegó para quedarse, pero sin descuidar el frente interno. Sobre todo teniendo en cuenta la importanci­a que los gobernador­es le asignan a las economías regionales. “El objetivo primordial es la integració­n inteligent­e con el mundo”, señalan en la Casa Rosada. Ni apertura indiscrimi­nada pero tampoco ha- brá economía cerrada. “Aquello de vivir con lo nuestro no funciona en el mundo de hoy”, completan, bordeando el sacrilegio de mandar a los archivos al venerado Aldo Ferrer. Habrá que ver como se lo dicen a los peronistas.

Es que en el CCK estarán todos los gobernador­es. Los jefes de todos los bloques parlamenta­rios. La conducción de la CGT y algunos de los jefes sindicales eternos y más cercanos al macrismo, reconocibl­es como “Los Gordos”. Son quienes siempre se preocuparo­n en mantener el nexo latente con el ministro Jorge Triaca, Jorgito, el hijo de uno de ellos al que quieren y también respetan.

Los empresario­s, en tanto, están a la expectativ­a y esperando la convocator­ia. Hoy empezarán a llegarle las invitacion­es a los dirigentes más importante­s de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), a los del Grupo de los Seis, a los de la Confederac­ión Argentina de Medianas Empresas (CAME) y al grupo de empresario­s nucleados bajo el Foro de Convergenc­ia, quienes trabajaron en estos tres años en el diseño de políticas económicas que incluyan una contrapart­e social.

También estarán invitados los jefes de las religiones más importante­s del país. Pero no habrá convocator­ia para los intendente­s de ciudades grandes, como se había previsto. El Gobierno prefiere evitar los chisporrot­eos que algunos de ellos tienen con los gobernador­es. La idea es que los mandatario­s provincial­es se mantengan en sintonía y compartan los ejes de la convocator­ia. Macri volverá a reunirse con e- llos el jueves 9 de noviembre, pero a solas en la Quinta de Olivos y con una agenda en marcha.

El jefe de gabinete, Marcos Peña, es quien planifica la estrategia del encuentro junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. El entrerrian­o, con la cucarda del triunfo en su distrito de origen, es quien mantiene los

El gradualism­o acelerado recibirá su bendición al mediodía en el CCK.

contactos con los gobernador­es y con el Congreso. Triaca lo hace con los gremialist­as y los ministros coordinado­res del gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, están acelerando las invitacion­es a todos los empresario­s.

El gradualism­o acelerado recibirá su bendición al mediodía. A las 12 en punto. Macri será la estrella del encuentro y quien haga la apertura pero es posible que haya algunos oradores más. “Hay que sacar a la Argentina de la pobreza”, será la base del discurso. El Presidente cree que es el momento exacto para mostrar una imagen de liderazgo. Lejos de La Moncloa. Más cerca de un camino que podría terminar en reelección si acierta en las decisiones que hundieron a todos sus antecesore­s. ■

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DYN A la mesa. Mauricio Macri y Gabriela Michetti encabezaro­n ayer la primera reunión de Gabinete tras la elección del domingo.
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