En París, Del Potro se juega mucho más que clasificarse al Masters
Una buena actuación lo haría ascender en el ranking y así evitaría tempraneros cruces con favoritos en 2018.
Es tiempo de sonrisas para Juan Martín Del Potro. Más allá de lo que ocurra esta semana en el Masters 1000 de París, el mejor tenista argentino (17° en el ranking) ya sabe que aprovechó la parte de la temporada que más le gusta, con superficies rápidas y bajo techo, para cerrar de manera positiva un 2017 que había arrancado con dudas. Después de haber jugado 14 partidos en 21 días entre Shanghai, Estocolmo y Basilea, llega con la última reserva de energía a la capital francesa, donde está a tiempo de dar un último salto para que su año pase muy bueno a excelente.
¿Qué se juega Delpo esta semana? Ganar el Masters 1000 francés lo clasificaría al Masters de Londres, torneo en el que participó por última vez en 2013. Llegar a la final lo acercaría mucho: sólo se quedaría afuera si el sudafricano Kevin Anderson o el francés Lucas Pouille ganan el torneo y además el belga David Goffin alcanza los cuartos de final. Y si accede hasta las semifinales dependería de unos cuantos resultados ajenos. Si no se dan, adiós a la temporada.
Pero no es lo único que está en juego para el ex número 4. Del Potro tiene la posibilidad de desactivar para 2018 un problema que lo golpeó en los primeros meses de este año. Para
eso precisa una buena actuación que lo haga escalar en el ranking lo suficiente como para evitar en las primeras rondas de los torneos más importantes a los mejores del circuito.
Es que muchas de las dificultades que tuvo el argentino para ganar ritmo en la primera parte del año se vincularon a sus tempranas eliminaciones en torneos de peso: quedó afuera en tercera ronda en Indian Wells contra Novak Djokovic y en Miami ante Roger Federer; y en Roma cayó en cuartos contra Djokovic, tras chocar en el debut contra el búlgaro Grigor Dimitrov. Y en Roland Garros se topó en la tercera ronda contra el entonces número 1, el escocés Andy Murray, quien lo sacó en tres sets.
En París, Delpo debutará mañana contra el italiano Paolo Lorenzi (41° del ranking) o el portugués Joao Sou-
sa (58°). Los tres días de descanso desde la final perdida ante Federer en Suiza le vendrán bien para reacondicionar el físico, que en los últimos tiempos le dio un respiro después de demasiados disgustos: la rebelde muñeca izquierda, esa de las tres operaciones, funcionó a la perfección y le permitió recuperar la fortaleza del revés a dos manos, que parecía haber quedado en el pasado.
Así, Del Potro no sólo volvió a disponer de un arma más para su juego sino que dejó de entregarles un flanco a los rivales, que sabían que atacándolo por ese lado lo ponían a la defensiva.
En caso de salir victorioso de su debut en París, en el camino lógico de Del Potro aparece en octavos de final el ascendente alemán Alexander Zverev, que a los 20 años acaba de ascender por primera vez al cuarto lugar del ranking. De todas maneras, el último choque entre ambos, que está bien fresco, fue triunfo para el argentino en los octavos de final del Masters 1000 de Shanghai. Más adelante, en cuartos, Delpo podría tener un choque mano a mano contra otros dos aspirantes a ingresar al Masters: el estadounidense Sam Querrey (13°) y el español Pablo Carreño Busta (11°). Y ya en semifinales asoma por ese lado del cuadro el número 1 del mundo, Rafael Nadal.
Del Potro hasta podría quedar séptimo del ranking con un título en París, a lo que se sumarían los puntos que podría cosechar con su eventual participación en el Masters. Pero sin llegar a esos extremos, una buena actuación que lo acerque al top ten mejoraría drásticamente su panorama en los primeros meses de 2018, donde defiende pocos puntos y podría crecer todavía más.
Delpo ya sabe que una vez que termine su actividad (sea esta semana o en la próxima después de Londres) llegarán unas merecidas vacaciones en el exterior junto a su novia, Jimena Barón, para luego arrancar con una pretemporada que transcurrirá entre Tandil y Buenos Aires. Quedará definir también cómo continuará su vínculo con Sebastián Prieto, que fue su entrenador desde el Abierto de Estados Unidos, cuando consiguió los mejores resultados en mucho tiempo. Esos que le permiten soñar con un 2018 que lo encuentre en la pelea por lo más alto del ranking. Una pelea que merece su tenis. ■