Sand, héroe, recordó a los de River que lo criticaron
“Uno me dijo hasta cornudo”, afirmó tras la hazaña. Y también confesó: “Tuve miedo de errar el penal”.
Treinta y siete. A José Sand poco le importa cuántas velitas sopló el pasado 17 de julio. Porque anoche se puso el equipo al hombro en el peor momento de Lanús y fue la bandera de la remontada granate. Metió los dos primeros goles del local que sirvieron para igualar la historia y fue clave en la construcción del tercero con su aporte desde afuera del área. Con el pecho inflado, la figura en de la Fortaleza le dedicó el pasaje histórico a la final a los “partidarios de River que me dijeron de todo los últimos días. Uno me dijo hasta cornudo. Mi mujer le manda un besito”.
Es una eminencia el Pepe en Lanús. A base de goles le demostró a Jorge Almirón su vigencia. El técnico no estaba convencido de contar con el 9 cuando arribó al banco del conjunto del Sur. Pero el correntino resistió y se ganó su confianza con un grito atrás del otro. Y uno más importante que el otro. Ayer fue el eje de la remontada y, vaya paradoja del fútbol, del descalabro de River, el club que lo vio nacer y al que lo une un desamor intenso.
Supo ser goleador histórico de la cantera millonaria. Sin embargo, los permanentes insultos que recibió desde la platea San Martín ya como jugador de la Primera fueron alimentando una bronca que se blanqueó definitivamente cuando el delantero empezó a gritar sus goles con furia en contra de River, una vez emigrado de la institución que lo formó. “Hacer esto, marcar por duplicado en la Copa y contra River encima es increíble”, se encarga de remarcar Sand, que con los dos de anoche llegó a siete tantos en la actual edición de la Libetadores y quedó a uno de los máxi- mos anotadores: Ignacio Scocco y el boliviano Alejandro Chumacero.
“Ojalá pueda ser el goleador”, dice, insaciable. “Estoy feliz. Es histórico esto para nosotros. Es impresionante haber dado vuelta este partido”, festeja. Y quiere más: “Cuando miro para atrás me dan más ganas de seguir. Estoy logrando cosas que no me imaginaba. Es el sueño de mi vida. Hasta ahora es mi partido más importante en mi carrera”.
Mucho se habló también de sus polémicos botines color azul y amarillo. Desde River, la semana pasada en el Monumental todos pensaron que había sido una especie de cargada de su parte. Justo los colores de Boca, el eterno rival. “Hace cuatro años que uso esos botines”, se encarga de desmentir el Pepe, todo un especialista en hacerle goles a los equipos grandes: ya suma 40 en total contra los peso pesado, 6 puntualmente a River.
“Tuve miedo de errar el penal y se lo dejé a Silva”, confiesa y agiganta aun más su figura en color granate. Ese es Sand, el interminable gladiador de Lanús. ■