Una vida arruinada por los escándalos
Aunque no sean lo mismo, las facetas deportiva y personal de Tiger Woods están íntimamente ligadas y ambas sufrieron a la par en los últimos años. El viernes el golfista se declaró culpable de conducción temeraria y aceptó entrar en un programa que incluye una multa, un año de probation y servicio comunitario. El hecho había ocurrido el 29 de mayo cuando fue arrestado a bordo de su Mercedes y luego se le descubrieron en su organismo drogas prescriptas y marihuana que, según él, ingiere para paliar sus dolores físicos.
Aquel fue el último de una serie de tristes sucesos que empañaron la vida del deportista que fue por muchos años tomado como ejemplo por los fans y por las marcas que lo patrocinaron.
Woods perdió no sólo su matrimonio sino también millones de dólares de los contratos con sus auspiciantes cuando su ex mujer, la modelo sueca Elin Nordengren, descubrió que él le había sido infiel. Luego de reconocerse culpable el escándalo no decreció sino todo lo contrario cuando casi una decena de mujeres salió a contar episodios íntimos con uno de los más grandes golfistas de todos los tiempos. Todo terminó con Woods asistiendo a una terapia rehabilitación por su “adicción al sexo” y una imagen pública destrozada, lo que llevó a las empresas a romper los vínculos que tenían con él.
Ahora intenta retomar la práctica del golf y, con él, alejar los fantasmas de una vida íntima que lo puso en el ojo de la tormenta. ■