La ensayista que piensa en voz alta
Se destacó su vasta obra y los finos análisis desde los años ‘70 en los campos de las letras y la política.
“Me cuesta pensar mi vida como una trayectoria que es algo demasiado completo. La pienso más bien como una línea de debates, discusiones, algunos aciertos, mucha suerte y muchos errores políticos y literarios”. Así, con un dejo de ironía, la ensayista Beatriz Sarlo aceptaba ayer el Premio Ñ a la Trayectoria Cultural. Así empezó la gran noche del Premio Clarín Novela.
Importante intelectual nacida en 1942, Sarlodesarrolló una larga carrera tanto en el ámbito de la academia como en libros de circulación más amplia. Dictó durante años la cátedra de Literatura Argentina en la Universidad de Buenos Aires e impartió cursos en las universidades de Columbia, Berkeley, Chicago, Berlín y Cambridge, entre otras altas casas de estudios.
Fue fundadora también de la mítica revista Punto de Vista, que surgió en 1978 con los intelectuales en el exilio y en el marco de un clima en que prevalecía la asfixia crítica. Algunos de sus libros canónicos son Borges, un escritor en las orillas, El imperio de los sentimientos, La máquina cultural y Una modernidad periférica.
Fina lectora de la literatura y de los cambios culturales de la modernidad, nunca dudó en emitir su juicio sobre la coyuntura política argentina, convirtiéndose así en una columnista de referencia en diarios y programas de debate político.
La entrega del reconocimiento estuvo precedida por un video retrospectivo en el que se recordó su paso por la revista Los Libros, por la Edi- torial Eudeba, por el Centro Editor de América Latina y hablaron algunos de sus compañeros de ruta. Adrián Gorelik, por caso, apuntó que “lo que me parece más original de Beatriz es que el suyo es un pensamiento lleno de chispas, lleno de provocaciones que se hace primero a ella para luego volcarlas al espacio público”.
Y la periodista Analía Roffo opinó que “Beatriz ha logrado reconocer que el lector o el televidente tienen un nivel intelectual para que ella hable con un nivel muy sólido y al mismo tiempo lo hace con una llaneza y un histrionismo que hace que el que la escucha esté atrapadísimo”.
Luego llegaron las palabras de Matilde Sánchez, editora general de Revista Ñ, que apuntó que desde los
Logró conjugar ideas provocadoras con una erudición que atrae a públicos amplios.
años setenta “hemos sido sus lectores y seguimos asombrándonos con su contundencia y su precisión inigualables. Sarlo ha escrito sobre la literatura de tres siglos, en la lengua entera de los argentinos”.
La gran crítica cultural también evocó distintas etapas de su recorrido y, en el marco de su participación en el debate público a través de los escritos publicados en la prensa, resaltó: “Al aceptar el premio quiero recordar a alguien que está vinculado a mi momento feliz con el diario Clarín. Es el Negro Jorge Sánchez -recordado editor de este diario- que me invitó a escribir en la revista Viva; fueron más de doscientas columnas, algo muy importante y muy lindo para mí. A él lo quiero saludar ahí dónde esté”. ■