Voces encontradas luego de los anuncios del Presidente
• Se terminaron las elecciones, ya tuvimos la oportunidad de demostrar cuánto valor tiene vivir en democracia. Ahora, a través de la Justicia se va delineando y poniendo a buen resguardo a algunos de aquellos que se enriquecieron a costa del pueblo, de ese rebaño distraído y violado.
Señor Presidente, y su equipo, el pueblo argentino le allanó el camino, aun no siendo mayoría abrumadora, apoyó su gestión y le dio la oportunidad de que, en algo su ego debe estar feliz, como lo estaría yo también íntimamente, pero no olvide que, más allá de que su situación, basada en la historia, no es totalmente inmaculada, y si bien tiene ahora la oportunidad de demostrarlo, póngase los “largos”, Presidente.
El pueblo argentino está harto, fueron muchos años de vejaciones a la moral, a un constante “…y bueno, a lo mejor éste que asume lo logra”. Que su equipo prolije conciencias y se sume a lograr que esta gestión no sea una
más. Tenemos muchos defectos los argentinos, uno de los más destacados es cierta inocencia a la hora de creer, usted también es argentino, no se defraude defraudando a quienes estamos de su lado y combatimos la corrupción y la delincuencia que suele apoderarse de las almas de algunos cuando llegan a cierto poder.
Como mis aportes son parte del sueldo de quienes me gobiernan, un poco de su “mensualidad” y la de su gente salió de mi trabajo, por eso, un poquito “patrones” somos los cuarenta y pico de millones, y queremos que nuestra gente produzca lo que indicaron cuando, a través de promesas, dijeron “este es mi CV, por favor, voten por mí”. Señor Presidente, ahora es su turno.
Juan Vigna vigna-15@outlook.com
• Macri, en su discurso post elección, les habló de modo irónico a los empresarios buscando algún tipo de respaldo para su gestión. Nombró a los sindicatos y gremios criticándolos por entorpecer el desarrollo del país.
Y ahora, a tan sólo días de su revolucionario
discurso (yo también estoy siendo irónico) nombra a Luis Etchevehere como ministro de Agroindustria. Claro que el flamante ministro también es presidente de la Sociedad Rural Argentina. Algo así como poner a Moyano al frente del Ministerio de Transporte. Inevitablemente, vuelvo a Marx (con quien disiento en casi todo), la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. El negocio de gobernar sigue su curso, sólo han cambiado las personas que obtienen la ganancia. Si todos nosotros dejamos esa postura militante puede que, pasado un considerable tiempo, veamos que desde la posición crítica se pueda construir más que vitoreando y aplaudiendo a algún salvador que quiera llenar de progreso el país.
Nada, los bombos y los globos amarillos cumplen su rol y dejan al pensamiento y la crítica abandonados a la buena de Dios.
José Traverso valdanito@hotmail.com
• A través del diario, le sugiero al Presidente que para delinear el impuesto a la renta financiera se lo encargue a un colega economista y
no a un colega tributarista. El meollo de este tema es a qué cosa se define como renta financiera: ¿si a la renta nominal o a esta luego de deducirle el índice de inflación del período en que la imposición originó esa renta? En este último caso pocas inversiones sufrirán el impuesto, dado que las tasas de plazo fijo están aún por debajo de la tasa de inflación.
Si se aplica el primer caso nos quedaremos en un mercado del cual estamos tratando de salir.
José Brunetta josebrunetta@yahoo.com.ar
• El discurso del Presidente fue claro, conciso y revela un espíritu de concordia digno de un ser equilibrado, templado, llamativamente generoso, quien habiendo vencido en una justa electoral no demuestra la altanería del triunfalismo.
Pero no nos olvidemos de Pugliese, aquel ministro de Alfonsín famoso por haber dicho “les hable con el corazón y me contestaron con el bolsillo”. No nos olvidemos que en la genética del argentino está latente “el vivillo”, ese bichito que será muy arduo desarraigar.
En una palabra, ¡ojo! “Con una mano dando, y con el garrote cuidando”.
Jorge Iacaruso jri1937@hotmail.com
• Todavía perduran entre los ciudadanos que anhelamos un cambio la alegría por los resultados del 22 de octubre, pero amerita hacer una reflexión.
Cuando ganó Alfonsín creímos que el peronismo estaba muerto. Pasaron los años y tuvimos que reconocer que el peronismo, en cualquiera de sus versiones, no es tan fácil de erradicar porque parte de su ADN es el fanatismo. Los que peinamos o teñimos canas sabemos mucho de su manera de actuar. Si queda alguna duda, basta con escuchar el discurso de la gran perdedora del 22 de octubre, cuando sin reconocer la derrota se refirió a que UC había llegado para quedarse y la tarea que iban a hacer para lograrlo, terminando con la frase : “Mañana empezamos”, y cuidado con ese empezamos que sonó a amenaza. Fue muy buena la elección de Cambiemos y tenemos derecho a festejar, pero no se puede perder tiempo.
El Gobierno tiene que ir resolviendo el problema de la pobreza estructural y la educación, si no queremos que dentro de dos años el populismo de vuelta la elección, como ocurrió en San Luis. Populismo, nunca más; violencia, nunca más. Cuidemos la libertad convencidos que siempre va a haber un grupo de intolerantes que no acepta la derrota ni la voluntad popular y que no tiene escrúpulos.
Marta Bollero martabollero@gmail.com