“Es inaceptable que siempre sea el trabajador el que pague la fiesta”
Vivimos de fantasías que vende un espectro a otro del pensamiento económico. Decir que se quiere eliminar la pobreza beneficiando a los empresarios, es una inocentada. En la Argentina los márgenes de rentabilidad son enormes. Nadie se conforma con un 5%. Ni nadie invierte un centavo o toma empleados a menos que tenga un mercado potencial y una rentabilidad casi asegurada.
Hoy, el salario promedio ronda los $ 12.000. La participación del trabajador en el PBI, pasó de del 51% al 38% actual. Es inaceptable que siempre sea el trabajador el que pague la fiesta ajena. Es correcto abaratar costos de fletes con mejores rutas y trenes. Disminuir los costos portuarios e impuestos distorsivos. Pero el trabajador ya puso todo lo que podía, a menos que hablemos de trabajo esclavo. En Alemania se aplicó la flexibilización laboral, ¿pero sobre qué salarios? El estado de bienestar de los alemanes, creado por Von Bismark, no dificultó la creación de una poderosa nación. Los empresarios en la Argentina, salvo excepción, usaron el dinero para su casa de Cariló o Punta del Este, o lo llevan a Miami porque temen que un cambio político los perjudique.
Hay cuestiones culturales muy arraigadas que no se solucionan perjudicando al trabajador, que siempre es quien hace el “esfuerzo”.
Terminemos con la mentira. Esteban Tortarolo etortarolo@gmail.com