Clarín

El gran goleador del Manchester

SERGIO AGÜERO

- Waldemar Iglesias wiglesias@clarin.com

Hizo su gol número 178 y se convirtió en el máximo artillero del City en toda su historia.

El destino quiso que fuera justo ahí, en el escenario en el que Diego se hizo Maradona. En ese San Paolo en el que el Diez fabricó bellezas en cada cita. Sergio Agüero apareció en ese instante en el que el partido cambió de rumbo. Había participad­o poco, en el contexto de un Manchester City que manejaba la pelota y jugaba sobre el suelo napolitano como si estuviera en el Etihad Stadium. Estaban 2-2 en el duelo de líderes, entre el mejor de la Serie A y el de la Premier League. Entonces, el Kun -con la diez en la espalda como si se tratara de un determinis­mo- apareció entre los centrales, veloz, para transforma­r una pelota perdida en un golazo. Definió de derecha, al palo izquierdo del arquero Pepe Reina, quien quedó a mitad camino en su salida.

Fue un gol propio de su repertorio.

Pero no fue un gol más, no podía serlo. Es el 178° tanto que convierte para el City. Nunca ningún jugador marcó tantos goles en la historia de The Citizens. El cielo de Los Ciudadanos es para Agüero.

Hasta este día insuperabl­e, había hecho magia. Resucitó, de algún modo, a Eric Brook. Aquel futbolista había jugado por última vez en 1940. Era un delantero de los potentes, eficaz pateador de penales, frecuente convocado por el selecciona­do inglés. Pero de sus 13 temporadas en el City sólo quedaban algunas imágenes de los días del blanco y negro y toda la mitología a su alrededor. Agüero desenterró su leyenda. Para superarla.

Correspond­e hacer ofrecer un detalle para entender la dimensión del récord: Agüero llegó al City en 2011 y está disputando su séptima temporada. La mitad que el bueno de Brook. Para llegar a los 178 tantos, el Kun utilizó 264 encuentros. Su promedio, una joya: 0,67. En su recorrido, además, participó del mejor ciclo de la historia de los celestes: ganó cinco títulos (dos Premier League, dos League Cup y una Community Shield).

El gol sirvió para un triunfo relevante para el City. El 4-2 en Nápoles (con un gol de Nicolás Otamendi, de cabeza, incluido) le garantizó al equipo de Pep Guardiola su clasificac­ión a los octavos de final de la Champions League, con puntaje ideal y un promedio de tres goles convertido­s por encuentro.

Pero no sólo eso: luego de una temporada sin títulos, el City asoma como candidato en las cuatro competicio­nes en las que participa. Además de su paso firme en Europa, en la Premier League es líder (suma 28 puntos de 30 posibles) con cinco puntos de ventaja sobre los vecinos del United. Y en las dos copas nacionales (la League Cup y la FA Cup) sigue con vida y con expectativ­as máximas.

Y en la constelaci­ón que armó Guardiola (por ejemplo, armó la defensa más cara de todos los tiempos), Agüero ocupa un lugar prepondera­nte. Los números lo cuentan, incluso a pesar del accidente automovilí­stico que sufrió en Amsterdam: marcó nueve goles en 11 encuentros y cuenta con el mejor promedio del plantel.

La competenci­a por la titularida­d con Gabriel Jesús -más allá de que ocasionalm­ente compartan equiposacó lo mejor de Agüero. Queda una impresión que trasciende las fronteras de Manchester: en esa versión de goleador récord el Mundial le queda a la vuelta de la esquina. ■

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 ?? REUTERS ?? Con el alma. Agüero convirtió el tercero del 4-2 y lo grita con el alma en la noche del San Paolo.
REUTERS Con el alma. Agüero convirtió el tercero del 4-2 y lo grita con el alma en la noche del San Paolo.

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