Las últimas horas del paseo que terminó en tragedia
El grupo de rosarinos celebraba en Nueva York los 30 años de egresados del colegio secundario. Llegaron el lunes a la ciudad. El recorrido en bicicleta selló sus destinos. Fueron atropellados por un terrorista. Cinco murieron y cinco sobrevivieron. La sec
El grupo de amigos rosarinos celebraba sus 30 años de egresados. Habían llegado el lunes y ya habían comprado los regalos para sus familias. Cinco de ellos murieron y uno aún está internado tras ser atropellados en las bicicletas que alquilaron para recorrer Manhattan. El FBI aseguró que el terrorista uzbeco planificó el atentado durante “numerosas semanas”. Trump llamó a Macri pa- ra transmitirle las condolencias a las familias de las víctimas. El Presidente viajará a Nueva York y participará de un homenaje. Bajo conmoción, Rosario los recordó anoche con una vigilia.
Era una tarde agradable de otoño en Manhattan. Los 10 amigos rosarinos habían comenzado a celebrar sus 30 años de egresados del secundario, con su llegada el domingo a Nueva York y ya desde el lunes habían hecho lo que la mayoría de los turistas disfruta cuando arriba a la Gran Manzana: pasear por las amplias avenidas, visitar los lugares emblemáti- cos y comprar regalos para sus familias y amigos.
Pero en un segundo de terror, el martes, los paquetes con juguetes quedaron desparramados en la calle, manchados de sangre, rodeados de cadáveres y de desesperación, según contó el cónsul argentino en esta ciudad, Mateo Estremé, quien fue el primero en tomar contacto con los cinco sobrevivientes.
Murieron cinco compatriotas y el sexto, que permanece internado, en terapia intensiva, aún no sabe el des- tino fatal de sus amigos.
En el atentado cometido por Sayfullo Saipov -un hombre de 29 años nacido en Uzbekistán con residencia en Estados Unidos desde 2010- murieron, además de los argentinos, dos estadounidenses y una ciudadana belga. El ataque fue calificado como un “acto terrorista”, el más sangriento en la ciudad desde los ataques a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001.
Los argentinos, ex compañeros del Colegio Politécnico de Rosario, ha- bían decidido dar un paseo en bicicletas alquiladas, desde el sur de la isla hacia el norte, a la vera del río Hudson, por la West Side Highway. Era un día soleado y festivo, con mucha gente en la calle, porque era la tarde de Halloween, cuando todo el país celebra con desfiles y los niños piden golosinas y juegan al “trick or treat”. Pero Saipov decidió lanzar su vehículo asesino contra peatones y ciclistas que circulaban en una bicisenda del bajo Manhattan.
Los argentinos “iban en bici de a dos, escucharon un ruido, y vieron en segundos que una camioneta los estaba atropellando. Fue como un infierno, con cuerpos por todos lados, gente llorando, gente intentado huir”, dijo el cónsul argentino en Nueva York, que escuchó el relato de los sobrevivientes.
Los que iban del lado de la calle fueron los que finalmente murieron, aplastados por la carrera demente de Saipov, que arrasó con todo a bordo
de su camioneta, a 150 kilómetros por hora por más de 20 cuadras. El resto de los argentinos cayó al pasto. El terrorista chocó al final con un transporte escolar y luego fue baleado por un policía. Funcionarios dijeron que había gritado “Alá es Grande” y que en su camioneta encontraron una nota que reivindicaba al ISIS, aunque por ahora no se encontraron lazos concretos con esta organización.
Las víctimas fueron trasladadas a dos hospitales del área, donde los sobrevivientes se encontraron con el cónsul. Uno de los argentinos, Martín Ludovico Marro, permanece internado.
“Vivieron momentos de compañerismo, de amistad, compraron regalos para sus hijos, sus familias, muchos de ellos tenían sus regalos consigo”, dijo Estremé. “Ellos pensaban en sus familias e imaginar a este terrorista avanzando con su camioneta…es impensable, terriblemente triste y ninguno de nosotros tiene palabras para describirlo”, murmuró el diplomático, visiblemente afectado por la situación.
“Uno de ellos era la primera vez que salía de la Argentina…y la primera vez que sale del país un terrorista lo mata en Nueva York… No hay palabras para describir eso”.
Los sobrevivientes ayudaron a identificar los cuerpos y fueron interrogados en el consulado por agentes de la policía y del FBI, que circulan permanentemente por la sede diplomática, que también está abarrotada de periodistas de todo el mundo porque los argentinos fueron la mayoría de las víctimas. Estos días volverán a contar a las agencias lo que vieron, en calidad de testigos.
Los familiares de las víctimas llegarán a Nueva York hoy jueves, entre la mañana y la tarde, y el cónsul espera que los trámites de repatriación de los cuerpos puedan agilizarse. “Estamos intentando que sea lo más rápido posible porque todo el pueblo argentino, todos quieren que estén lo antes posible allí para rendirle honores”. “Queremos que vuelvan todos juntos”, señaló y dijo que espera poder concretarlo “antes del lunes”.
Ese día, precisamente, llegará el presidente Mauricio Macri a esta ciudad para reunirse con inversionistas y el cónsul señaló que seguramente el jefe de Estado argentino rendirá un homenaje a las víctimas. En un llamado del secretario de Estado Rex Tillerson al canciller Jorge Faurie, el estadounidense evaluó como “gesto positivo” que Macri reafirmara su decisión de viajar. El Departamento de Estado colabora en agilizar los trámites de visas para algunos familiares de las víctimas.
Una dolorosa misión llega ahora: comunicarle al argentino herido -internado en terapia intensiva con fracturas, pero fuera de peligro- que sus amigos murieron. Para eso, se están asesorando con psicólogos y especialistas en situaciones traumáticas. El cónsul señaló: “Lo va a saber en algún momento. La preocupación de su señora es que cuando le digamos estemos todos preparados y tengamos el asesoramiento para poder decirle que sus amigos fallecieron”.