El Gobierno recibió la noticia con cautela
En silencio y con entusiasmo ambivalente. Así recibió la administración de Mauricio Macri la detención del ex vicepresidente Amado Boudou. El cimbronazo institucional -inédito en la historia argentina- no alcanzó para que el Poder Ejecutivo expusiera una posición oficial. “Es un caso policial y una decisión de la Justicia”, se excusaron varios funcionarios.
Patricia Bullrich fue una de las pocas que habló en público. “Es una decisión judicial, sin duda (por) el entorpecimiento en relación a la investigación que se estaba haciendo. Una decisión netamente judicial. No nos cabe a nosotros explicarlo”, sostuvo. La ministra de Seguridad fue la primera en enterarse de la inminente detención, ante el pedido del juez Ariel Lijo para que Prefectura Naval ejecutara la orden de arresto, y se lo comunicó a los funcionarios más importantes del Gobierno y al Jefe de Estado. Macri, cuentan, se mostró sorprendido porque todavía no se había desarrollado el juicio oral. Sin embargo, aseguran que el mandatario y su ministra no conocían los detalles de la causa.
¿Qué piensa el Presidente sobre la detención del ex vicepresidente? Un integrante del Gabinete eligió recordar las palabras de Macri el lunes en el CCK. “Queremos un país donde la corrupción sea intolerable”, había dicho el mandatario. En Balcarce 50 hay cierta resignación ante la novedosa hiperactividad de los jueces y las detenciones de importantes de funcionarios kirchneristas. “No es algo que promovamos ni controlemos nosotros”, analizó uno de los consejeros que más escucha el Presidente.
Elisa Carrió fue más allá: celebró la detención con un tuit y una foto de una muñeca a la que ella misma llama “republiquita” junto a la Virgen María. “¡VIVA LA REPÚBLICA!”, escribió. Luego dijo: “Lo tendría que haber hecho hace mucho tiempo porque las pruebas estaban hace mucho”. ■