El juez llamó a indagatoria a una ex novia de Boudou y a Vandenbroele
Los consideró parte de una asociación ilícita entre privados y funcionarios para hacer negociados.
Además de ordenar la “inmediata detención” del ex vicepresidente kirchnerista Amado Boudou y de su socio José María Núñez Carmona, el juez Ariel Lijo tomó otras medidas en la causa por enriquecimiento ilícito. El delito que recae sobre todos los investigados es el de conformar una asociación ilícita para “actos criminales” que se plasmaron en tres maniobras de lavado de activos.
En este contexto, el magistrado llamó a indagatoria a Agustina Kämpfer, la ex novia de Boudou, para el 8 de noviembre. También a Alejandro Vandenbroele, acusado de ser un testaferro del ex funcionario K (9 de noviembre), y a Juan Carlos López (7 de noviembre) que trabajaba con Núñez Carmona en una agencia de publicidad en Mar del Plata.
Para el magistrado, todos conformaron una “asociación que desarrolló sus designios criminales, por lo menos, desde principios de agosto de 2009, momento en que Amado Boudou asumió como ministro de Economía y Finanzas de la Nación, hasta diciembre de 2015, cuando finalizó su mandato como vicepresidente”.
En la complejidad de la maniobra investigada que cuenta con tres maniobras de lavado de activos en las que participaron, con diferentes roles, los imputados, el juez consideró que a diferencia de Boudou que fue el “jefe de la asociación”, los demás actuaron como copartícipes de los delitos.
La estructura investigada, con una importante “significación económica” , evidenció un “intrincado entra- mado societario diagramado para generar, entre otras cosas, una opacidad en las transacciones, algunas de ellas registradas en cuentas en el exterior, y, de esa manera, disimular los movimientos de dinero y ocultar tanto los bienes como sus beneficiarios efectivos”.
En el caso del abogado y señalado como testaferro, Alejandro Vandenbroele, junto a López se los cita a indagatoria, acusados de montar la estructura de la asociación que estaba conformada por Boudou y Núñez Carmona.
Todos cumplían distintos roles, con “pleno conocimiento y coordinación de su accionar para cometer, entre otros, delitos graves de corrupción, valiéndose del alto cargo público” que ocupaba el ex vice.
López y Vandenbroele eran los “integrantes necesarios para figurar como particulares e independiente en los actos que realmente perseguían los otros dos integrantes”, consideró Lijo y sostuvo que esta estructura permitó que Boudou y Núñez Carmona “permanezcan ocultos, evitando una vinculación directa con aquellos”.
La estructura de la “organización criminal” necesitó de la necesaria coordinación que se “verificó entre Boudou, Núñez Carmona, Vandenbroele y López”, sostuvo el magistrado en su escrito. ■