“Para un estadounidense, las armas son un símbolo de libertad”
Tras la masacre de Las Vegas, hace un mes, se reabrió la discusión sobre cómo alguien en Estados Unidos puede acumular semejante arsenal legalmente, sin levantar sospechas, y los escasos controles a la hora de comprar armas. Patricia Fernández Kelly, profesora de Sociología de la Universidad de Princeton y analista de la Oficina de Investigaciones sobre Población de esa institución, señaló en una entrevista a
Clarín, publicada días atrás, que en este caso hay “una violencia que existe por el exceso de armas”. Y que “todos tenemos momentos de frustración e ira, pero un impulso puede resultar catastrófico cuando en una casa hay cinco rifles”. Fernández Kelly dice que limitar el uso de las armas en EE.UU. -donde existen unas 270 millones, casi como la cantidad de habitantes- es difícil porque su uso está arraigado a la cultura. -¿Por qué la sociedad estadounidense ama las armas? ¿Por qué el país tiene la sociedad más armada del mundo? -Este es un país en el cual la posesión de armas no está directamente relacionada con el uso sino que su significado va más allá: las armas son un símbolo de individualismo, patriotismo y de capacidad de autodefensa. La raíz de todo esto es que para el estadounidense las armas son un símbolo de libertad. La interpretación de la Segunda Enmienda de la Constitución, que sanciona el derecho universal a portar armas, se presta a distintos tipos de interpretación. No se puede entender este tipo de fenómeno sin poner la atención sobre el generalizado escepticismo, sospecha e incluso odio en contra del gobierno federal. Estos grupos perciben al Estado como un usurpador de los derechos individuales. Las armas les dan una perspectiva de libertad y patriotismo.