Atletas argentinos homenajearon en Nueva York a las víctimas del atentado Fue en el maratón de esa ciudad. Llevaron cintas negras para recordar a los rosarinos asesinados el martes.
Fue una gran emoción correr con la camiseta albiceleste. La gente nos gritaba: ‘¡Estamos con ustedes!’”. Matías Márquez, corredor
En un día húmedo de otoño y con extremas medidas de seguridad, más de 300 argentinos corrieron en la mañana de ayer el Maratón de Nueva York –uno de los acontecimientos más populares del mundo—, muchos de ellos con camisetas albicelestes y
con una cinta negra en señal de duelo por el atentado terrorista en esta ciudad, en el que fallecieron el martes cinco compatriotas.
Los neoyorquinos alentaron a los “runners” en las calles y a los argentinos algunos les gritaban: “¡ Estamos con ustedes!”.
Desde las 9.20 los corredores fueron saliendo por etapas y categorías al escuchar un cañonazo desde la isla de Staten Island, para luego recorrer los otros cuatro condados neoyorquinos: Brooklyn, Queens, Bronx y Manhattan. La línea de meta está fijada, como es tradición, en el Central Park, el pulmón de la ciudad.
El maratón, que congrega a más de 50.000 corredores de todo el mundo, tuvo como vencedora a una atleta es- tadounidense (ver Suplemento De
portivo). La prueba no fue suspendida, pese al atentado cometido el martes por Sayfullo Saipov, un uzbeco con residencia estadounidense, que embistió con su camioneta a peatones y ciclistas en el bajo Manhattan y mató a 5 de 10 amigos rosarinos que circulaban en una bicisenda.
Los maratonistas argentinos decidieron rendir homenaje a sus compatriotas en esta carrera. “La mayoría de ellos se pusieron una camiseta con los colores de argentina y una cintita negra enganchada en el nú
mero del corredor en señal de luto por lo acontecido”, explicó a Clarín Daniel Soprano, gerente de la empresa Amaison, que trajo a 170 de los casi 300 argentinos que compiten, y él mismo un participante.
La seguridad del maratón se incrementó con camiones de arena estacionados en el área para evitar ataques con vehículos, mayor número de policías en los techos y más unidades contra francotiradores, entre otras medidas. Además de los oficiales uniformados a lo largo de la ruta,
agentes vestidos de civil se mezcla
ron con los espectadores para detectar cualquier actividad sospechosa.El alerta no es sólo por el atentado del martes: en 2013, la maratón de Boston había sufrido un ataque con bomba que dejó tres muertos y más de 200 heridos en la línea de meta.
Matías Márquez es un profesor de educación física platense de 47 años que llegó con un amigo para correr el maratón. Al mediodía ya había terminado y se manifestaba “emocionado”, con la medalla en el cuello y la cinta negra al lado del número. La muerte de los cinco rosarinos le tocó de cerca porque el año pasado él había viajado con sus compañeros del Colegio Nacional de La Plata a Machu Picchu para festejar precisamente el 30° aniversario de egresados.
“Es la quinta vez que corro este maratón y al público le llegó que estemos casi todos con la remera argentina. Fue muy emocionante, muy fuerte el aliento, con mucha gente al costado del todo el circuito: eso es una palmada que te va empujando a seguir corriendo. Ayuda muchísimo. Yo estaba preparado, pero esto ayuda más”, dijo a Clarín. Contento con su marca de 2 horas y 56 minutos, y muy cansado, explicó: “Fue una gran emoción correr con la camiseta argentina, y que en la llegada te feliciten y te digan: 'Argentina, estamos con ustedes'”. w