“Si vuelve ‘House of Cards’, será sin Kevin Spacey”
El ejecutivo desarrolló la estrategia de la plataforma de streaming. Y contó sus planes en nuestro país.
“Queremos que Netflix sea un solo mundo”. Con una sonrisa, Ted Sarandos, Director Ejecutivo de Contenidos del gigante de streaming, expuso su felicidad en una conferencia de prensa brindada ayer en el hotel Four Seasons de Buenos Aires. Cifras, el crecimiento de la empresa, cómo le costó imponer la idea en la Argentina y la ruptura de lazos con Kevin Spacey fueron ejes de una charla compartida con Todd Yellin, Vicepresidente de Producto e Innovación de la plataforma.
Para Yellin, su trabajo consiste en crear un supercontinente propio de Netflix, y ampliar sus contenidos hacia cualquier punto cardinal. “La geografía no importa. Vemos al mundo como si fuera un pangea (supercontinente)”, analizó. “Tenemos 300 millones de cuentas creadas mundialmente, pero hay un sistema de personalización en cada una de ellas según sus preferencias. Cada cuenta es como una huella digital”, detalló al respecto. Y completó: “Ya hay 190 países adentro de Netflix y hemos relanzado algunas series en 25 idiomas -el ru- mano y el hebreo, por ejemplo-”.
Si bien el número de suscriptores ha crecido fuerte en los últimos años y ya poseen más 300 millones de cuentas creadas, cada una de estas puede llegar a tener hasta 5 perfiles. Lo que significa que menos de la mitad paga una. En total, Netflix recibe el pago de un poco más de 100 millones de personas. O sea, casi 200 millones de usuarios aprovechan las funciones de perfiles de cuentas familiares para disfrutar de los contenidos a su antojo y por separado.
Ante esto, la empresa pone la lupa sobre los gustos de cada abonado. “Creamos algoritmos en el momento indicado para la persona indicada. Y es una experiencia maravillosa”, explica Sarandos.
Por su puesto, en la charla no podía faltar el caso Kevin Spacey, acusado de abuso sexual, tras lo cual Netflix decidió cancelar una de sus series estrella. “La sexta temporada de House of Cards está suspendida”, dijeron, terminantes, ambos ejecutivos. “Decidimosno hacerla con Spacey por razones de público conocimiento. Por ahora está suspendida hasta nuevo aviso”. Por ahora... o sea, quizás. “Pero si se hace, será sin Kevin Spacey”, sentenció Sarandos.
Despejada la duda, el ejecutivo profundizó en el avance tecnológico de Netflix: aprovechar toda esa información sobre los usuarios para captar la mayor cantidad de público sin importar la franja etaria. “Analizamos las diferentes edades y sus gustos. Los mayores de 70 años son difícil de atraparlos. En cambio, a los jóvenes que rondan los 20 les encanta los documentales. Si bien no es perfecta la personalización, nos permite mostrar con números hacia dónde va cada público”.
Para Yellin, en la era de internet todo debe ser rápido. “La gente quiere tomar decisiones rápido”. Por eso, dice, renovaron la manera en que se califica un filme, serie o documental, al cambiar “las famosas cinco estrellas” por los “pulgares hacia arriba y hacia abajo”. “Siempre probamos qué es lo mejor para el producto. Hicimos pruebas a cien personas sin decirles qué es lo que íbamos a hacer, intercambiamos la forma de puntuación y fue muy aceptada”, puntualizó.
Además, indicó que Netflix posee un equipo que se preocupa en la clasificación de edades de los productos y que determina para qué sociedad o cultura un contenido puede ser más sensible que otro: “Es gente especializada que está en contacto con los estándares culturales de cada sociedad, que se preocupa por el contenido moral del mismo”. ■