Adiós al periodista que cruzó su pasión “canalla” con el orgullo de ser rosarino
Siempre en su ciudad, ejerció la profesión en radio, gráfica y TV. Y escribió un libro sobre el club de sus amores.
Uno de sus trabajos más queridos tuvo forma de libro y retrató la historia de un club de fútbol. “De Rosario y de Central” se llamó la obra publicada en 1996, que contaba con prólogo de Roberto Fontanarrosa y se internaba en una repaso exquisito de la historia del equipo, de sus figuras, de sus simpatizantes más destacados, pero también de los hitos políticos y sociales de Argentina y del mundo que atravesaban la vida del club.
El título, de alguna manera, define dos rasgos salientes del periodista Jorge Brisaboa, ex corresponsal en Rosario de Clarín que el martes falleció a los 66 años: era un apasionado hincha “canalla”, y un orgulloso habitante de la ciudad en la que desarrolló una extensa trayectoria en los medios de comunicación.
Su labor como periodista atravesó todos los formatos: la gráfica, la televisión y la radio. Fue, incluso, director en Rosario de Taller Escuela Agencia (TEA), donde se formaron decenas de nuevos periodistas. Desde fines de 1991 hasta 2007 se desempeñó como corresponsal de Clarín en Rosario.
Su carrera se inició en el periodismo deportivo. Apenas siendo un adolescente ingresó en el diario Crónica de Rosario, donde se desempeñó entre 1967 y 1974. Entre finales de los 60 y principios de los 80 ancló en dos de las principales radios de la ciudad, LT8 y LT3.
Se destacaron por aquellos años sus trabajos en el mundial de fútbol en el país y la cobertura internacional de las carreras de Fórmula 1, lo que le permitió forjar una cercana re- lación con Carlos Reutemann, la mayor figura del automovilismo argentino por aquellos años.
En los setenta se inició su relación con la gráfica: fue corresponsal de la revista Goles y redactor del diario El País desde Rosario. En el periódico La Tribuna ocupó la jefatura de deportes.
Ya en los 80 se relacionó con el periodismo político y de información general, aunque nunca se alejó del deporte. No sólo porque eran infaltables sus presencias cada vez que Central jugaba en su cancha, sino porque además se involucraba con pasión en cualquier charla donde se discutiera sobre fútbol, automovilismo o básquet, otra de sus pasiones juveniles.
Fue jefe de redacción del Semanario Rosario, del diario Rosario y del matutino Democracia. También tuvo a su cargo el área de noticias de Canal 5 de Rosario entre mediados de los 80 y principio de los 90. Aquella tarea se cruzaba con la radio, ya que conducía el recordado programa “El periodista en el tejado”, por LT8.
Al mismo tiempo que desempeñaba su tarea en Clarín se destacaba en televisión con el programa “De esto sí se habla”, donde entrevistaba a figuras de la política o del arte, como Juan Manuel Serrat, al que visitó en España.
El martes falleció después de una larga enfermedad que impidió, entre otras cosas, terminar una tarea que había iniciado con paciencia y amor: lanzar la segunda parte de su adorado “De Rosario y de Central”. Brisaboa tenía claro que las historias de su amado equipo y de su ciudad, las que contó tantas veces a través de sus crónicas periodísticas, no podían entrar en un sólo libro.