Sampaoli dejó entrever que habrá una futura convocatoria de Higuaín
En la bolsa de valores de los N° 9, Agüero cotiza en alza y el de la Juve, de mínima, está a la altura de Benedetto.
Rica como casi todas, la conferencia de prensa que ofreció Jorge Sampaoli en el estadio Luzhniki, en la antesala del Rusia-Argentina, mostró una faceta distinta del entrenador de la Selección. Habitualmente afecto a ciertos enredos dialécticos, ayer eligió menos subterfugios. Como cuando se le animó sin problemas al tema del N° 9 de su equipo: “Primero pensamos que podía ser Mauro (por Icardi), después Benedetto. Y ahora es el turno de Agüero. Argentina tiene grandes goleadores, todo dependerá de su actualidad y de cómo se relacionen con sus compañeros”, dijo el DT, para luego reabrir una puerta que sólo parecía entreabierta: “Gonzalo (Higuaín) estaba bien, no cualquiera es goleador y figura en Juventus, nos pareció que no era su momento el de la definición de las Eliminatorias, pero claro que está en consideración”.
Esa definición de Sampaoli, sumada a lo que le explicó a Clarín en la semana y a lo que ratificó ayer en la charla respecto de Icardi, no hace más que reposicionar a los cuatro delanteros de área en un hipotético ranking. Como en un subibaja, las acciones de Agüero son hoy por hoy las que más cotizan, con Benedetto en segundo lugar y con Higuaín como mínimo a la par (sino por delante) de Icardi. Claro que goles son amores y ese ítem suele inclinar la balanza.
“Es cierto que se lesionó y no vino, pero entiendo que lo de Mauro es más mediático. Yo no puedo pedirle a Mauro que venga igual”, explicó Sampaoli. “Pero sí, que haya faltado le quita la oportunidad de mostrarse”, añadió para que quedara claro. Esta evaluación, sumada a los sucesivos pronunciamientos de Lucas Biglia, Lionel Messi y Angel Di María en favor de Higuaín, deja en claro que las acciones del capitán del Inter cayeron estrepitosamente.
Sampaoli tuvo tiempo para abordar otras cuestiones. Por ejemplo, cuando insistió en el carácter decisivo de esta gira para evaluar rendimientos de cara a la integración del plantel mundialista. Y no sólo por Icardi. “Hay jugadores a los que venimos siguiendo, en quienes confiamos y a quienes queremos ver aquí. Nos gustaría llegar a marzo con dos jugadores por puesto”. Clarito.
Abrió la charla confirmando el equipo sin confirmarlo. “No lo anun- cio porque no se los di a los jugadores, pero esta vez preferí no cambiar el equipo que puse de entrada en las prácticas porque preferí profundizar las relaciones con los mismos jugadores en los tres días”.
“Buscamos certezas con el rendimiento y con el armado de la lista”, insistió cuando se le pidieron prioridades de esta gira. Se deshizo en elogios -incluso más que el propio periodista que lo consultó- cuando se refirió al orgullo que significa para él entrenar a Messi. Y ante la consulta de Clarín, puso el pecho y se asumió como el único responsable de que la estrella de la Selección y del Barcelona sólo afrontara uno de los dos compromisos de la gira: “Tiene una madurez increíble, viene jugando cada cuatro días, tiene los aductores cargados y no podés pedirle al Barcelona que dosifique. Si depende de mí que dosifique, por supuesto que lo voy a hacer”.
Luego dejó una colección de declaraciones de principio: “Para mí el juego tiene que ver con los jugadores, no conmigo”, señaló sobre eventuales protagonismos de los DT. “¿El estilo que me gusta? El argentino, el que aprendí”, dijo. Y no se puso el casete cuando lo consultó por preferencias en el sorteo del Mundial: “Desde ya que si pudiera elegir evitaría a rivales que saben jugar y tienen muchas cosas resueltas”. “¿Como España?, le preguntaron. “Como España, claro”.
Sampaoli -se insiste, mucho más rico cuando es más enfático y menos rebuscado- admitió el peso de las Eliminatorias: “Preocupa porque está tu gente dependiendo de un resultado y uno no quiere que estén mal. Es una responsabilidad tremenda y genera un poco de estrés todo lo que se sufrió para clasificar. Claro que tenía miedo de que Argentina no fuera al Mundial, pero traté de que me vieran convencido. Ahora se puede jugar más liberado, pero en un Mundial no hay margen de error”.
Agradecido a la Selección por poder estar en Rusia durante los festejos del Centenario de la Revolución, convencido de su rol cuando dijo que “el asunto no es mandar, sino persuadir”, conocedor de cada detalle del rival de hoy, Sampaoli respondió preguntas durante casi una hora. Abordó temas calientes. Y dejó frentes abiertos que prometen nuevos capítulos. ■
Se lesionó y no vino, pero entiendo que lo de Mauro es más mediático. No puedo pedirle que venga... Que haya faltado le quita la oportunidad de mostrarse”.
Hay jugadores a los que venimos siguiendo, en quienes confiamos y a los que queremos ver aquí en Rusia. Nos gustaría llegar a marzo con dos jugadores por puesto”.