“Cada vez que hay ajustes se perjudica al bolsillo de los jubilados”
Desde chico escuchaba comentarios que decían lo siguiente: “Cuando sea viejo haré tal y tal cosa”. “Cuando sea viejo, ya estaré disfrutando de la jubilación”. “Cuando sea viejo, los jóvenes sabrán apreciar la experiencia de los años”. “Cuando sea viejo, estaré rodeado de mis familiares y amigos apoyándome”....etc, etc. Sin embargo, hoy nos encontramos con un mundo totalmente diferente como fruto de la destrucción permanente de nuestra sociedad a través de la maquinaria destructora de esta política económica neoliberal, destruyendo los valores, principios e instituciones que forman la República Argentina.
Actualmente, aquellos comentarios no son la realidad, ya que si ahora te jubilás, pasás a cobrar casi la mitad del sueldo que tenías y para colmo seguramente te va tocar la obra social del PAMI, que utilizando un médico de cabecera es una máquina de impedir, y peor todavía cuando te falta dinero o estas enfermo... ¿quién te ayuda?
Al contrario, es común ver a los jubilados peregrinar solos en su sacrificado control de salud, pero, sin embargo, a la hora de cobrar la jubilación aparecen todos los que le rodean (salvo contadas excepciones). Y como si fuera poco, cada vez que hay ajustes económicos se termina perjudicando los pobres bolsillos de los sacrificados jubilados que nada tienen con las jubilaciones de privilegio.
Pensar que en las grandes civilizaciones siempre se privilegia y respeta a los ancianos teniendo en cuenta sus opiniones o comúnmente sucede en algunas etnias que todas las decisiones sean tenidas en cuenta por el consejo de ancianos, toda una institución.
En cambio, en la Argentina, llegar a viejo pareciera ser de descarte.