Jefe de la UCR se busca: los favoritos se bajan para no pelearse con Macri
En diciembre se renueva el Comité Nacional del radicalismo. Pero los que tenían más chances privilegian los cargos legislativos. Polémica en puerta.
“Los fierros están en el Congreso”, argumentaron casi a coro el diputado Mario Negri y el senador Luis Naidenoff al declinar la oferta de la mesa chica de la UCR para ponerse al frente del Comité Nacional, que renovará autoridades en diciembre. Otras patas de esa mesa -los gobernadores Gerardo Morales y Alfredo Cornejo, el ministro sin cartera Ernesto Sanzya habían rechazado las mutuas in- vitaciones a aceptar el cargo. El intendente santafesino, José Corral, anticipó que no buscará la reelección. Es decir que los dirigentes partidarios que con su poderío sostienen la alianza con Mauricio Macri se quedaron sin candidatos a la vista.
¿El motivo? Aunque prefieren decirlo en la mayor reserva, los favoritos que se autoexcluyeron de la carrera consideran una tarea por demás ingrata y desgastante ponerse al hombre a una fuerza que cumple el papel de socio menor de Cambiemos. Enumeramos a continuación la lista de reparos que llegaron a oídos de este columnista.
• El futuro jefe de la UCR deberá lidiar con un Macri envalentonado por el triunfo en las legislativas y que dio muestras de restringir más los espacios al ala política.
• En ese marco, el Comité Nacional tendrá el desafío de tironear con el PRO por las candidaturas de 2019. Los radicales aspiran a sumar cinco o seis provincias a las tres que manejan. ¿Cómo enfrentarse al “dedo” del Presidente?.
• Las quejas crecientes de los dirigentes que cuestionan la primacía de los CEOs en la confección de la agenda política y quedaron marginados del reparto del poder. “El partido se va a convertir en el muro de los lamentos”, se justifican los que imaginan al Comité Nacional como el paño de lágrimas de los más nostálgicos.
Lo más curioso es que la vacante partidaria se abre en un escenario de crecimiento en cantidad de bancas legislativas y de candidatos triunfantes en provincias y municipios donde Cambiemos es oposición. De todos eso hablaron el miércoles en una coqueta parrilla los tres gobernadores (incluido el correntino Riucardo Colombi); el vice bonaerense, Daniel Salvador; Sanz, Corral, más los senadores Angel Rozas y Luis Naidenoff.
Como Negri no fue, se conjuraron para hacer el último intento de convencerlo de ir al partido. Le pondrán una condición que promete sacar chispas: si se quiere quedar al frente del interbloque oficialista en Diputados, le quitarían la jefatura de la bancada radical. Ya tiene el nombre de refresco: el mendocino Luis Petri, de 40 redondos como el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien viene haciendo guiños para promoverlo.
Ese desdoblamiento está a punto de alumbrar en el Senado, con Naidenoff al frente del interbloque y Rozas -que se fue de ese puesto con un portazo- reelecto como jefe en la UCR. “Vamos a jugar en equipo”, dicen.
Entre tantas dudas del ala oficialista, los sectores más críticos del Gobierno buscan reagruparse para dar pelea. Aunque aún están lejos en el “poroteo” (el Comité Nacional es elegido por 102 delegados de todos los distritos, más la rama gremial, la juvenil y Franja Morada) cuentan con el único candidato en carrera, Federico Storani. Otro veterano de la Coordinadora, Enrique Nosiglia, postulaba a su “pollo”, Hernán Rossi, pero la suspensión de la interna porteña lo dejó fuera de juego. ■