Presentan la nueva cúpula de la Iglesia: sintonía con el Papa
Oscar Ojea estará a cargo del Episcopado. Y habrá más obispos cercanos a Bergoglio en puestos clave.
La nueva cúpula de la Iglesia encabezada por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, se presentará este lunes oficialmente en sociedad, durante una rueda de prensa que ofrecerá en la sede de la Conferencia Episcopal. Tras las elecciones del centenar de obispos del país, la semana pasada, surgió una conducción eclesiástica más en sintonía con el perfil del Papa Francisco -Ojea era su preferido- que para muchos observadores implica el comienzo de una nueva etapa en la Iglesia católica en la Argentina.
Si bien la elección de Ojea al frente del Episcopado fue la más importante, hubo otros bergoglianos que terminaron en cargos clave, como el obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, un jesuita que estuvo en el seminario en tiempos en que el provincial (superior) de la Compañía de Jesús era el padre Jorge Bergoglio. Y que pasó a ser presidente de la estratégica comisión de Pastoral Social, encargada de las relaciones con políticos, empresarios, sindicalistas y movimientos sociales.
También hay que sumar a ese grupo de bergoglianos en puestos clave al obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, designado en 2013 por Francisco, que hizo un aporte decisivo a la causa por el asesinato del obispo Enrique Angelelli con la entrega de documentos de la época. Además, el obispo que mejor interpreta el pensamiento del Papa, Víctor Manuel Fernández, rector de la UCA, fue elegido presidente de la relevante comisión de Fe y Cultura del Episcopado, que se ocupa -entre otras tareas- de redactar muchos documentos de la Iglesia en el país.
Se cree que la nueva conducción dará un mayor dinamismo a la Iglesia, revitalizando su labor religiosa y reforzando su compromiso social. En ese sentido, la celebración el domingo próximo en el país de la primera edición de la Jornada Mundial de los Pobres, instituida por Francisco, es considerada un punto de partida de la manifestación de la nueva etapa del catolicismo en materia social. Porque se proyectan gestos de cercanía con los sectores más vulnerables en todas las diócesis, especialmente en esta Capital y el GBA.
Otro efecto que tendría la renovación es que podría contribuir a allanar el camino para la concreción de la demorada visita del Papa al país. Porque Francisco estaría en presencia de una Iglesia más movilizada y comprometida, en línea con sus deseos. Pero también porque podría hacer un aporte clave al cierre de la grieta, al menos en lo que toca a su figura, muy afectada por quienes lo critican por la cercanía que le dispensó a la entonces presidenta Cristina.
De hecho, en sus primeras declaraciones, Ojea dijo que trabajará para ayudar a cerrar la grieta.
Tras el fin del mandato como presidente del arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, quien no podía ser reelecto por llevar dos períodos consecutivos en el cargo, en el Gobierno hay expectativa de cómo será el vinculo con la Iglesia, luego de lo distendido que fue con Arancedo. Acaso en la rueda de prensa que ofrecerá la cúpula eclesiástica este lunes, la Rosada empiece a develar la incógnita. ■