El viaje del Papa a Chile y un pedido especial sobre Bolivia
Estará entre el 15 y el 18 de enero. Luego irá a Perú. Esperan que no hable del reclamo boliviano de salida al mar.
La visita del papa Francisco a Chile y Perú entre el 15 y el 22 de enero próximos tendrá en el caso chileno el foco puesto en la crisis del catolicismo de ese país, la rebelión de los indios mapuches en el sur y la desconfianza hacia el pontífice argentino por sus declaraciones en favor de un diálogo con Bolivia y Perú, a los que Chile derrotó en la nunca olvidada Guerra del Pacífico entre 1879-1883.
Hace unos días el embajador chileno en el Vaticano pidió (en realidad advirtió) a Jorge Bergoglio que no emitiera sus conocidas opiniones en favor de un diálogo, debido a los reclamos de Bolivia de recuperar su salida al mar, que perdió en la guerra que Chile ganó abrumadoramente, conquistando más de 120 mil kilómetros terrestres y un largo sector marítimo que dejó a Bolivia sin soberanía en un sector del Océano Pacífico. El ejército de Chile llegó a ocupar Lima, la capital de Perú, que se rindió a las fuerzas trasandinas. Bolivia había abandonado antes la guerra, completamente derrotada.
Las cicatrices de aquella afrenta bélica nunca se han cerrado y Chile no quiere reabrir las discusiones tras haber logrado firmar el Tratado de 1904 que le aseguró su victoria.
Francisco probablemente eludirá reabrir las viejas heridas, sobre todo porque Bolivia y Chile se enfrentan hoy ante la Corte Internacional de La Haya por la cuestión de la salida al mar que exige el gobierno de Evo Morales, máxima reivindicación nacional defendida por los bolivianos.
Los sondeos dicen que los chilenos se muestran cordiales, pero no entusiastas con la llegada del argentino Jorge Bergoglio. Hoy, del 80% de católicos de hace tres décadas, sólo el 57% en el país trasandino se declara fiel a la Iglesia de Roma. Apenas una minoría declaró que proyecta asistir a los actos del Papa en su gira chilena, en la que se espera una presencia multitudinaria de argentinos que cruzarán la cordillera desde nuestro país. Algunas estimaciones sostienen que más de un millón de fieles llegarán desde la Argentina.
El Papa arribará a Santiago de Chile en la noche del 15. Se alojará en la sede de la nunciatura apostólica y en la mañana del 16 encontrará a las autoridades, representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el Palacio de La Moneda, donde pronunciará un discurso para encontrarse después con la presidenta Michelle Bachelet.
A las cuatro de la tarde el Papa presidirá una misa campal en el Parque O’Higgins. Tras otras actividades, el 17 por la mañana el Papa argentino viajará en avión al sur, hacia Temuco, donde presidirá una misa y se encontrará con habitantes de la Araucania. Habrá fuertes medidas de seguridad en la zona, tras hechos de violencia que incluyeron quemas de templos católicos y protestantes por parte de los indios rebelde mapuches, que reclaman la devolución de las “tierras ancestrales” por parte del gobierno chileno.
El jueves 18 el Papa viajará al extremo norte de Chile, a la ciudad de Iquique, donde oficiará una misa campal en el Campus lobito. Por la tarde Francisco viajará a Perú, en donde estará hasta el domingo 21. ■