Clarín

Le cruzan el auto a una maestra y le pegan a la salida del colegio

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“Por favor ayudame, necesito que llames a la escuela. Me cruzaron un auto y me re cagaron a palos, no sé dónde estoy”. Lo dijo el miércoles a la tarde la docente Cintia Sampedro, en un audio que envió por WhatsApp a una mamá del tercer grado en el que enseña, en la escuela primaria “Tomás Liberti” de Quilmes. Fue cerca de las 17, apenas después de que terminaran las clases del turno tarde: según declaró a la Policía, un auto negro se cruzó en el camino de su propio automóvil. Bajó uno de los dos hombres que lo ocupaban y le golpeó la cara y el abdomen: le fisuró una costilla y le lastimó el rostro. El hecho se produjo luego de que, este lunes, Sampedro denunciara al padre de uno de sus alumnos por amenazas. El viernes pasado, ese padre había ido a la escuela a decirles a Sampedro y a la directora de la institució­n que “le arrancaría la cabeza a cualquiera que se cruzara en el camino de su hijo”.

Según fuentes policiales, la denuncia que Sampedro realizó por amenazas se radicó en la comisaría 3ra. de Quilmes. Fue porque el viernes el padre en cuestión “se había presentado de manera muy agresiva a proferir amenazas a la maestra frente al resto de los alumnos”. Según consta en la denuncia, la docente contó que ese padre ya había tenido problemas en otras escuelas y que también recibía amenazas telefónica­s. A partir de eso, la Policía determinó que hubiera un patrullero en los horarios de entrada y de salida de Sampedro. Sin embargo, el ataque ocurrido dos días después de la denuncia no fue en la puerta de la escuela “Tomás Liberti”, sino a pocas cuadras, en el cruce de las calles Bombero Sánchez y Vicente Ló- pez. La maestra, que fue trasladada al hospital Iriarte, contó que ni quien la golpeó ni quien manejaba el auto negro eran el padre al que había denunciado.

“En diferentes ocasiones ese padre de tercer grado se acercó a cuestionar a la maestra. El viernes retiró a su hijo, vio una nota en el cuaderno de comunicaci­ones que decía que el chico había contestado mal, y no le gustó nada: volvió a la escuela hecho una fiera y amenazó a la maestra, a los directivos y a los maestros”, cuenta, preocupada, Patricia, madre de una alumna de la escuela. Según relata, ayer muchos padres decidieron que los chicos no asistieran a clase: “Las autoridade­s de la escuela dicen que se trata de una denuncia personal, pero nosotros queremos que estén dadas las garantías, no sólo para nuestros hijos sino para el cuerpo docente. Hay que acompañar a esta maestra”. Antes de irse, el agresor de Sampedro le dijo: “Seguí jodiendo en esa escuela y la próxima vez te arranco las vísceras”. Desde la escuela, al cierre de esta edición no se habían pronunciad­o públicamen­te sobre el caso y la maestra ya recibió el alta médica. ■

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La maestra. Cintia Sampedro.

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