“La banda del Vento blanco”: robos, secuestros y el crimen de un policía
Son cuatro acusados e irán a juicio por matar a un agente de la Federal de ocho balazos, en Merlo.
Los acusan de integrar “La banda del Vento blanco”, nombre que se ganaron por el Volkswagen robado que eligieron para cometer varios secuestros. Son seis detenidos por al menos ocho casos comprobados en la zona oeste del GBA. Pero mientras los investigaban por esos delitos, descubrieron que al menos cuatro de ellos fueron responsables del crimen del subcomisario de la Policía Federal Pablo Antonio Goya (41), acribillado a tiros el 11 de febrero de 2016 cuando llegaba a su casa, en San Antonio de Padua. Ahora los imputados irán a juicio.
Se trata de José Luis “El Gordo” Bazzi Coyra (36), Cristian Eduardo “Kito” Díaz (29) y los hermanos Juan Daniel “Chachi” (49) y Fidel Francisco “Castro” Castillo Coronel (43).
Contra Goya, que era subcomisario de la División Armas y Agencia de la PFA, dispararon 57 veces: ocho de esos impactos le dieron en el pecho y el abdomen. Murió en el acto. El homicidio fue a la vista de los vecinos y quedó filmado por las cámaras de seguridad de Ascasubi al 900, en San Antonio de Padua, partido de Merlo. La mujer y la hija menor de Goya estaban en la casa y sintieron la ráfaga de tiros a pocos metros.
El agente llegó en su camioneta Ford Ranger 4x4, alrededor de las 21. Mientras intentaba abrir el garage para estacionarla, lo interceptaron en el Volkswagen Vento blanco. Por los antecedentes de la banda, establecieron que intentaron secuestrarlo, sin saber que se trataba de un policía. Go- ya se identificó, sacó su arma y dio la voz de alto, pero fue acribillado cuando descubrieron que era un agente.
La metodología del ataque no era nueva para los investigadores. Si bien primero investigaron el caso como un posible ajuste de cuentas, más tarde pudieron notar la similitud con otros ocho secuestros en la zona: en varios habían usado el Vento blanco con vidrios polarizados que señalaron los testigos, secuestraron a las víctimas cuando estaban llegando a sus casas y las elegían al voleo.
Ambas investigaciones estuvieron a cargo de Carlos Hernán García, de la Fiscalía Federal N° 2 de Morón. Ya estaban detrás de la banda por varios secuestros cometidos entre el 6 de noviembre y el 25 de enero, todos en la zona oeste. Y personal policial había detectado el Vento en una casa de Moreno. Esa similitud dio un giro en la investigación del homicidio.
Sergio Adrián Di Lello (45), uno de los integrantes de la banda, ya estaba detenido cuando mataron a Goya. Y Julián Alberto Di Nardo (31) cayó el 6 de marzo, pero por los ocho secuestros que se les imputan. Los otros cuatro fueron detenidos en medio de siete allanamientos y después de que se montaran tareas de inteligencia en los domicilios que frecuentaban.
En uno de los operativos, realizado el 17 de febrero en La Reja (Moreno), vigilaban una casa que los hermanos Castillo Coronel usaban para guardar vehículos. Detectaron el Volkswagen Vento blanco, el mismo de los secuestros, el mismo del homicidio. Poco después, en la esquina de las calles Estados Unidos y Florencio Varela, también en La Reja, lo encontraron incendiado. De los rastros del auto sacaron huellas dactilares que pudieron identificar: eran de Díaz.
El auto, el modus operandi, y otros testimonios sirvieron para desentramar la historia. ■