Dramática búsqueda del submarino perdido en el Sur con 44 tripulantes
Operativo de emergencia en alta mar
El ARA San Juan perdió contacto con la base de Mar del Plata. Fue el miércoles, cuando estaba en el mar Argentino, a la altura de Santa Cruz. La Armada lo atribuye a una falla de comunicación y de- claró el “estado de búsqueda y rescate”. Los familiares están desesperados. EE.UU., Chile y Gran Bretaña ofrecieron barcos de ayuda. Y hasta la NASA mandó una avión de apoyo.
La espera es dramática. Hace más de dos días que nada se sabe del submarino ARA San Juan con el que se perdió todo contacto desde el miércoles cuando regresaba desde la Base Naval Ushuaia a su apostadero habitual de la Base de Mar del Plata. Lleva 44 tripulantes a bordo, todos expertos. El último contacto fue en el Golfo San Jorge, entre Puerto Deseado y Comodoro Rivadavia. Estaba a 240 millas náuticas, unos 450 kilómetros mar adentro. Es lo último que se sabe sobre su paradero.
Todos los oficiales de la Armada Argentina se muestran cautelosos. Anoche, después de una extensa jornada de rastrillajes en la que no hubo de- masiados avances, el vocero Enrique Balbi confirmó que “se perdió comunicación” y que está declarado el estado de “búsqueda y rescate” (SAR, por sus siglas en inglés), una fase temprana de la emergencia. También dijo que la principal hipótesis es la “falla eléctrica o de comunicación” y que buscan a la nave en la superficie marítima. “No hay problemas ni de víveres ni de oxígeno porque en superfi- cie se abren las escotillas y se renueva el aire”, aclaró. Además, explicó que Chile, Estados Unidos, Inglaterra, Brasil, Perú, Uruguay y Sudáfrica, todos países que tienen operatividad miltar en la zona, ofrecieron apoyo logístico y naves submarinas para la búsqueda. Incluso se aceptará la ayuda de un avión inglés con base en Malvinas . “La zona es muy grande. Al mediodía se había hecho un barrido del 15% del total, deberíamos volver a calcular”, expresó Balbi.
Se sabe que las condiciones climáticas no ayudan. Anoche, había fuertes vientos que cruzan el mar en la zona y olas de gran altura. Las autoridades trataban de mantener la calma y también de contener a los familiares, amigos y allegados de los tripulantes. Varios de ellos pudieron ayer mismo conversar en Mar del Plata con el Ministro de Defensa, Oscar Aguad. El funcionario tuvo que adelantar de urgencia su regreso desde Canadá, donde participaba de un encuentro de Naciones Unidas por la paz mundial. Y se dirigó sin escalas a Mar del Plata para tomar contacto con las autoridades de búsqueda y los familiares.
La última comunicación del ARA San Juan fue el miércoles. Como pasaron 48 horas sin un nuevo contacto, se activó el protocolo de búsqueda. “Cuando hay un problema de comunicaciones puede haber un problema de alimentación de baterías”, explicó Balbi. Dijo que en ese caso debe salir a superficie para establecer contacto visual. Sin embargo, no se sabe si eso ocurrió. Tampoco que se hayan activado pedidos de auxilio desde el submarino como radiobalizas satelitales o boyas de rescate.
Al San Juan se lo busca por agua y aire. Con aviones, helicópteros, destructores y corbetas. Pero no, al menos hasta ayer, por debajo de la superficie del mar. Además se sumó a la búsqueda un avión de la NASA que se encontraba realizando estudios científicos en el puerto de Ushuaia.
El vocero Balbi insistió en que “no se trata de un problema, de que el submarino está en inmersión o no” y agregó “no hay indicios para pensar que el submarino esté en peligro”.
El submarino ARA “San Juan” se incorporó a la Armada en 1985.Tiene 66 metros de eslora, desarrolla una velocidad de 25 nudos en inmersión y está configurado como submarino de ataque. Hoy el país cuenta con tres unidades: el ARA Salta, ARA Santa Cruz y el ARA San Juan, que es de origen alemán. Entre 2008 y 2014, el San Juan fue reparado a nuevo. Hoy, realiza tareas de patrullaje en defensa del patrimonio marítimo nacional, en especial control de la pesca ilegal.
Entre su tripulación se encuentra la primera oficial submarinista de la Armada Argentina. Se trata de Eliana María Krawczyk, de 35 años, que tiene el cargo de jefa de Armas. Nadie sabe nada del submarino aunque en la Armada tienen bien en claro que la inmensidad del mar hace que sea más fácil encontrar una aguja en un pajar. Y solo esperan una cosa: que llegue la ansiada comunicación. ■