El derrumbe del camarista K
EDUARDO FREILER
La Magistratura lo destituyó por mal desempeño y por no justificar $ 20 millones de sus bienes.
El juicio que inició el 24 de octubre contra el camarista Eduardo Freiler por las inconsistencias en su patrimonio, tuvo su instancia final ayer: el juez vinculado al kirchnerismo quedó destituido de su cargo.
"No honra el cargo para el que ha sido designado y, en consecuencia, es deber de este jurado removerlo de sus funciones", se escuchó en una sala concurrida. Su abogado, José María Olivares presentará un recurso ante la Corte Suprema de Justicia en contra de la acusación por "mal desempeño" y reiteró que se trata de una "persecución política", aunque por tratarse de un juicio político tiene po- cas posibilidades de éxito.
En la Sala de audiencias de edificio del Consejo de la Magistratura, ubicado en la calle Libertad 731, la expectativa marcó el clima desde temprano. A las 8.45 se habilitó el ingreso al salón que en pocos minutos quedó colmado. Después de muchos años un jurado de enjuiciamiento llegaba a su etapa final sin una renuncia que interrumpiera el proceso. El último magistrado destituido por un jury fue Otilio Romano, juez de la Cámara Federal de Mendoza, detenido por encubrir delitos de lesa humanidad. El jurado lo apartó de su cargo en diciembre de 2011.
El tribunal, integrado por los jueces Inés Cantisani y Mario Márquez, los senadores Walter Barrionuevo (FpV-PJ) y Silvia del Rosario Giacoppo (Cambiemos), los diputados Diana Conti ( FpV- PJ) y Hugo Marcucci (Cambiemos) y el abogado Raúl Piaggio, reanudó ayer el juicio contra el juez Freiler para la lectura de una sentencia anunciada: la destitución del camarista por "mal desempeño".
A las 10 comenzó la lectura del veredicto con la ausencia de Freiler que estuvo representado por su abogado Olivares. Del expediente de 97 páginas sobresalieron tres acusaciones. La primera de ellas indicó que el juez "falseó y omitió insertar datos en sus declaraciones patrimoniales juradas integrales, en violación a lo establecido en la legislación aplicable".
En segundo lugar, se consignó que el juez desde "el 1 de enero de 2012 y el 31 de octubre de 2016 inclusive, efectuó egresos patrimoniales que superan sus ingresos justificados por un monto que supera los $ 20 millones, fondos cuyo origen se desconoce". Finalmente, se acusó al ex integrante de la Cámara Federal porteña de "haber incumplido de forma grave y reiterada obligaciones y deberes fiscales de tipo formal y material, siguiendo un patrón de conducta im- propio para un juez federal".
El proceso inició con la acusación del diputado oficialista Pablo Tonelli y el abogado Miguel Piedecasas, miembros del Consejo de la Magistratura que plantearon que Freiler "incurrió en notorios hechos de corrupción". Entonces, se investigó su patrimonio y a él por mal desempeño.
Una tasación de oficio determinó que la mansión de 1.234 metros cuadrados que tiene frente a la Quinta
Freiler “falseó y omitió insertar datos en sus declaraciones juradas de bienes.
presidencial cuesta al menos un millón de dólares, lejos de los $ 2,8 millones que declaró haber pagado en 2014. En su última declaración jurada consignó un patrimonio de $ 6,5 millones.
Ante la mirada atenta del jurado y de las partes acusadoras, el secretario siguió con la lectura de la resolución que se centró en los valores morales e institucionales que Freiler debía resguardar y representar, considerados los parámetros para establecer "las condiciones de probidad que debe reunir un magistrado", es decir: que esté a la altura de las responsabilidades conferidas.
Se habló de "integridad, honesti-
dad, dignidad, transparencia" que se traducen "en las expectativas de la sociedad para depositar su confianza en la justicia".
Reforzando el concepto, se planteó que la Constitución refiere a la obligación de "afianzar la justicia" y que ello es inherente al "decoro, dignidad y probidad" de los jueces.
En las antípodas de estos principios, según la resolución, se encontraba el camarista, donde se escribió que no reunía "las características y condiciones para ser considerado un Juez probo".
En el silencio que reinaba en la sala se entrecruzaron algunas miradas cuando se dijo que los parámetros valorativos del juez "se alejan de aquellos que han sido pensados para quienes ejercen tan alta función". Se concluyó que Freiler "no honra el cargo para el que ha sido designado y, en consecuencia, es deber de este jurado removerlo de sus funciones".
La votación fue 6 a 1, la diputada ultra K Diana Conti votó por la nulidad de todo el proceso.
Un tímido aplauso que no tuvo adeptos, puso fin al juicio y a los más de 20 años de carrera judicial de Freiler. Su abogado dijo a Clarín que irá a la Corte Suprema rechazando la acusación de mal desempeño, "es una figura endeble y hablan de $ 20 millones que no estaba en la acusación y no se sabe de dónde lo sacaron".
"Es un mensaje institucional, una rueda que se pone en funcionamiento", dijo Tonelli satisfecho, al finalizar la audiencia.
Otro mensaje quedó latente: Freiler fue el primero de una lista de "jueces que estamos investigando", concluyó, en una probable alusión al juez federal Daniel Rafecas, quien archivó la denunci a del ex fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Kirchner por encubrimiento de Irán en la causa AMIA. En esta lista del Gobierno, habría otros jueces. ■